• El equipo regresa a los entrenamientos tras dos días de descanso

La primera plantilla de la Unión Deportiva Melilla ha regresado esta mañana a los entrenamientos y lo ha hecho en el campo federativo de La Espiguera. El grupo ha disfrutado de dos merecidos días de descanso tras ganar al Eldense, pero ya ha comenzado a preparar el siguiente duelo, el que le llevará este domingo hasta Alicante para medirse al Hércules.

Las caras en el equipo eran de alegría, aún saboreando la victoria del domingo, pero durante la sesión se ha transmitido rápidamente la importancia de los próximos puntos en juego. Quedan cinco partidos por disputarse y el plantel aún debe alcanzar el objetivo de la permanencia. Además, el domingo se las verá con otro aspirante al ascenso, dueño de un campo en perfectas condiciones y de grandes dimensiones, y que jugará respaldado por su numeroso público.

Con estas premisas ha iniciado Miguel Rivera la preparación táctica de cara a esta jornada 30 del campeonato. Lo ha hecho con todos sus jugadores disponibles, a excepción de David Sánchez, que continúa apurando sus plazos de recuperación con los fisioterapeutas del club y aún está al margen del grupo. De cara al domingo, además, no hay sancionados. Al igual que la semana pasada, Pol Ballesté y Rubén del Campo están apercibidos, a una tarjeta de la suspensión.

La sesión se ha iniciado, como es habitual, con ejercicios de calentamiento a las órdenes del preparador físico Carlos Gómez. Su papel está siendo fundamental, como se apreció el domingo ante el Eldense, con el equipo entero físicamente en esos minutos finales que fueron decisivos. El resto del entrenamiento ha sido con balón, con Miguel Rivera imprimiendo conceptos tácticos para minimizar el potencial del Hércules.

El equipo volverá a ejercitarse este jueves y viernes en Melilla, lo hará en el estadio y en La Espiguera respectivamente, pero la sesión del sábado ya será en Alicante. La expedición azulina viajará a primera hora de la mañana hasta Madrid y desde allí se desplazará hasta la localidad levantina también en avión. Por la tarde el Hércules ha cedido uno de los campos de césped artificial de última generación de su ciudad deportiva para el entrenamiento.

El domingo, tras el partido, la expedición pondrá rumbo a Almería, para regresar en el ferry nocturno a la ciudad autónoma.