Tovar otorga la licencia para soñar
Un gol de cabeza del central sevillano en el 80’ da la primera victoria azulina en ocho jornadas
Loscos en la portería; Diego Ceballos, Manu Galán, José Alonso y Dani Hernández en la línea de cuatro; Corbalán, Arjona y Ajenjo en el centro del campo; Morillo, Ramos y Jeisson (Iván Ramos, 45’) fueron el tridente de ataque para el encuentro de la jornada 10 en casa ante la UB Conquense.
Bastante igualado el partido tanto por lado balompédico como azulino. Sin embargo, los de David Cabello gozaron de las ocasiones más manifiestas del partido. Jeisson, que al descanso fue sustituido por Iván Ramos, tuvo en su cabeza el primero, pero el balón se fue por cerca de la portería defendida por Raúl Bernabéu. Arjona también pudo adelantar al cuadro unionista, pero su disparo fue despejado por la defensa conquense a escasos metros de la línea de gol. Pese no conseguir adelantarse en el marcador, el planteamiento de la UD Melilla fue bastante mejor respecto a los últimos partidos. Más encarado en zona de tres cuartos y más decisivo a la hora de acabar las jugador aunque no haya precisión bajo los tres palos.
El guión del partido no cambió en el segundo tiempo. Una UD Melilla aún más incisiva en campo rival hizo que los azulinos tuvieran más oportunidades que el rival, que no tuvieron una oportunidad de generar ocasiones en la defensa azulina. Tovar, que salió por Morillo, reajustó el planteamiento melillense con Ceballos más presente en el ataque. Armenteros e Iván Fernández también tuvieron sus minutos tras sustituir a José Alonso y Carlos Bravo.
En el minuto 80’, tras un saque de esquina bien ejecutado por Ajenjo, Tovar remató con la testa y dejó un balón envenenado que se coló en la portería conquense. El éxtasis y euforia azulina explotó en el Álvarez Claro. Desde ese minuto, con un ejercicio de supervivencia, los unionistas lograron sobreponerse en el que incluso pudieron ampliar la ventaja, pero las jugadas de Iván Ramos e Iván Fernández no llegaron a más.
De todas formas, los tres puntos azulinos se quedaron en el feudo azulino. Dejando así un camino a seguir para volver a los puestos donde los melillenses quieren y desean volver.