Tal día como hoy, 26 de enero, pero de 1951, la U.D. Melilla y el futbol melillense vivieron el momento más trágico de su historia. El accidente de Loja, en el que murieron dos jugadores y el masajista del club, cumple 70 años.

En la temporada 1950/51, la U.D. Melilla militaba en el Grupo Sur de la Segunda División del fútbol español. Los azulinos se encontraban en cuarta posición de la tabla clasificatoria con 19 puntos, a solo dos de la cabeza y con diez jornadas por disputarse.

Esa jornada el equipo debía desplazarse hasta Palma de Mallorca para medirse CD Mallorca, pero el viaje comenzó mal desde el principio. La expedición tenía pensado desplazarse en avión hasta Málaga, pero un fuerte temporal obligó al equipo a llegar a la península vía marítima. En la capital malacitana les esperaba la “Rubia”, apodo cariñoso con el que se conocía a la camioneta del club y con el equipo debía desplazarse hasta Alicante para tomar un nuevo barco hacía su destino final: Palma de Mallorca.

La expedición azulina partió de Málaga rumbo a Alicante, pero a las doce y cuarto del mediodía, cerca de la localidad granadina de Loja, un camión de gran tonelaje golpeó por detrás a la “Rubia”, haciendo perder el control al conductor para acabar dando varias vueltas de campana.

En el trágico accidente resultaron muertos los jugadores Martín y Mamblona y el masajista Manolo Salvador. También resultó herido gravemente en un ojo el jugador García Valle. El resto de miembros del equipo, incluido el directivo Maturana, quien acompañaba a la expedición, resultaron ilesos.

La noticia tuvo un gran impacto tanto a nivel nacional como internacional. El futbol español se solidarizó con el equipo melillense, guardándose un minuto de silencio en todos los partidos celebrados en los campos de fútbol de nuestro país. Entre otras muestras de solidaridad, dos semanas más tarde en Valencia, el Valencia C.F. celebró un partido amistoso en homenaje a las víctimas del equipo melillense. El F.C. Barcelona prestó a su estrella, el húngaro Kubala, que se alineó reforzando a la UD. Melilla.

A nivel deportivo, el accidente supuso un duro mazazo para el equipo que no pudo recuperarse y acabó perdiendo el soñado tren a la Primera División de Fútbol.

Desde el club queremos mantener vivo el recuerdo de este equipo y la memoria de los fallecidos.