• El portero catalán se muestra ambicioso e ilusionado con su nueva etapa en el club azulino

Levantamos el teléfono para llamar a Pol Ballesté, refuerzo de lujo para la portería de la Unión Deportiva Melilla. Lo localizamos en su casa de Barcelona, donde dice estar recuperando fuerzas de cara a una exigente pretemporada en Melilla, la que está a punto de comenzar. Estas han sido sus primeras palabras como unionista:

¿Qué tal Pol, cómo estás viviendo estas vacaciones?

Bien, muy bien. La verdad es que ando desconectando, pero también cuidándome e inevitablemente con la mente puesta en Melilla. Tengo muchas ganas de empezar a tocar el balón, de conocer el estadio, la ciudad, los compañeros… Ya tengo ese gusanillo.

Suponemos que estás en Cataluña, bien lejos de tu nuevo destino. ¿Qué te ha convencido para firmar a más de un millar de kilómetros?

Realmente lejos de casa llevo muchos años, y muchos por el sur. Bajé con 17 años a Málaga y he estado en El Palo, Granada, Murcia, Badajoz, etc… Me siento bien en el sur y con la gente del sur. Aparte he hablado con compañeros que han estado por allí abajo y todos me han hablado bien de Melilla. Como es un equipo serio, con nombre y aspiraciones, tiene todo lo que busco. Es lo que me ha pesado a la hora de valorarlo con respecto a otras opciones.

Queremos ser algo cotillas. ¿Quién te ha dicho qué sobre nosotros?

(Risas). Pues muchos, Tanis (Marcellán), Ruano… Rúa, con el que coincidí en Badajoz, por ejemplo, me ha hablado estupendamente bien del club, pero ciertamente todos. Me dicen que el club es como una familia, que te cuidan como si fueras de ella y eso es algo que me gusta. Yo también soy una persona ambiciosa pero que siempre está ahí para los compañeros, que intenta hacer grupo y que si ve a a alguien que está pasando un bache o necesita ayuda le echa una mano. Creo que encajaré bien.

¿Cómo ves el grupo de difícil?

El grupo lo veo difícil, en comparación con otros, aunque realmente conozco más a los clubes del sur que a los del norte. Ahora, además, con la reestructuración de la categoría todo está un poco por ver, pero en principio tenemos rivales complicados.

¿Te preocupa?

No, no, todo lo contrario. Me motiva. Me gustan los retos. Y conseguir los resultados del equipo peleando contra equipos buenos solo hará que tenga más valor. Por nombre y categoría son clubes que nos lo pondrán difícil, pero estaremos preparados.

De ti se espera mucho en la categoría, donde ya tienes experiencia a pesar de tu corta edad. ¿Cómo lleva Pol Ballesté la presión?

Bien, bien. Como dices soy joven pero ya llevo unos cuantos partidos encima. Partidos en campos difíciles, ante público exigente y con presión. Esto es como te lo tomes, y yo al final le veo la parte positiva a las cosas. Yo transformo esa presión en ganas de ganar, ya que me considero una persona muy ambiciosa e inconformista y siempre intento mejorar desde la humildad y el trabajo. Creo que esa es la mejor manera de combatir la presión.

Pol Ballesté viene de ser uno de los pilares de la UE Olot.Esta manera de gestionar dicha presión quizá la aprendiste de joven en la cantera del Barça, donde suponemos es muy difícil defender el escudo bajo el arco. ¿Qué te quedo de tu paso por La Masía?

Mucho. Lógicamente la gestión de la presión que me cuentas también. Y el hambre de ganar. Gestionar la ambición sin perder el hambre, y eso se me ha quedado. Allí, como en otras canteras grandes que he estado, tienen todo cuidado al milímetro y arropan mucho al jugador. Yo estaré siempre agradecido a como me trataron allí, no solo me hicieron un futbolista, sino también una persona, y que sea como soy es en parte por lo que me enseñaron en aquella época.

¿Como a jugar bien con los pies?

Si, bueno… (se ríe) Pero al final eso lo tienes o no, por mucho que lo entrenes. A mi no se me daba mal del todo. De hecho en las categorías algo más inferiores jugaba de escondidas como futbolista en el colegio, como extremo. ¡Si se enteran me matan!

¿De qué otra faceta te enorgulleces como guardameta?

Realmente (y cambia el tono) no me gusta mucho hablar de mis cualidades. Sé que suena a tópico, pero me gusta demostrarlo sobre el verde. Como ya te he dicho soy ambicioso y trabajador, eso sí te lo puedo decir. Lo bueno que sea con los pies o lo seguro que sea bajo el arco prefiero que lo vea la afición.

Después de una temporada especialmente difícil por el descenso del Olot, suponemos que tendrás muchas ganas de reencontrarte con el fútbol y de una manera algo más agradable. ¿Qué esperas de este año? 

El año pasado fue bastante complicado, pues veníamos de hacer una temporada muy buena, en la que estuvimos a puntos de meternos en playoff pero en la que el Covid influyó en la buena racha que llevábamos (aquella en la que fue el portero menos goleado de toda la Segunda B). Al año siguiente las expectativas eran muy alta, se marcharon algunos puntales por equipo, hubo lesiones… y no se nos dio bien el año.

Pues no. De hecho, tú mismo te perdiste unos cuantos partidos por lesión…

Sí, pero al menos no fue una lesión tan grave como podía pensarse. Me rompieron dos dedos de la mano y me fracturaron la mano, pero en un mes pude volver a jugar. Lo hice con dolor un tiempo, pero el equipo me necesitaba y es lo que hay que hacer por el fútbol y por uno mismo. Ya estoy perfectamente y esperando coger este año con muchas ganas de resarcirme.

Y eso que el año pasado en lo deportivo me fue mal, especialmente en lo colectivo, pero en lo personal no tanto porque estaba rodeado de grandes amigos en el vestuario de los que me ha costado mucho despedirme. Pero bueno, eso quedó atrás y ahora vengo al Melilla con ganas de progresar y de ayudar a poner al equipo donde tiene que estar, que para mi es en Primera Federación.

Así sea.