La UD Melilla se marchó sonrojado del Núñez Blanca. El equipo de Juan Moya se vio superado en todos los sentidos por un Granada B que redondeó una matinal casi perfecta ante la atenta mirada del técnico del primer equipo rojiblanco, Lucas Alcaraz. Dos errores en el centro del campo comenzaron a complicar un partido que tuvo un final desolador. El 2-0 con el que se llegó al descanso fue sólo el preámbulo de un partido para olvidar. Los azulinos saldrían de vestuarios con la idea de recortar distancias, pero un tempranero tanto local dejaría el choque visto para sentencia.

A partir de ahí, los granadinos quisieron más y los azulinos bajaron los brazos. Cada gol era un mazazo más para un equipo que se veía superado en cada balón dividido y en cada acción del encuentro. Dimitrievski apenas tuvo que intervenir, salvo en el tramo final del encuentro cuando evitó el tanto del honor en un par de buenos remates de Nacho Aznar. En la primera, solo un remate de chilena de Richi le obligó a sacar una mano milagrosa.

Así transcurrió el encuentro hasta el definitivo 7-0. Un resultado sonrojante, el pero cosechado en contra de toda la historia del club. Ahora toca recuperarse lo antes posible y pensar en el partido del domingo ante el Sevilla Atlético.


FICHA TÉCNICA:

GRANADA B: Dimitrievski, Carmona, Luis Lozano, Vega, Morante, Marcelo (Peña, 73′), Bravo, Boateng (Adolfo, 57′), Machís (Sergio Martín, 63′), Puertas y