La UD Melilla cumplimentó esta mañana todas las gestiones necesarias para ofrecer el avala exigido por la Real Federación Española de Fútbol para competir la próxima temporada en Segunda División B. Gracias al trabajo del presidente de la entidad, Cristobal Sánchez, y al apoyo de Cajamar, el club azulino ha podido ofrecer el aval y evita así el descenso administrativo. El lunes, la RFEF hará oficial los equipos que descienden por este motivo y se procederá a la restructuración de los grupos de Segunda B.