Ya podemos decir con alegría que ha vuelto el fútbol al Álvarez Claro. Después de acabar la campaña anterior con una sensación algo agria, como de poder haber hecho algo más, la Unión Deportiva Melilla regresa a los entrenamientos convencida de que el trabajo es el único camino para conseguir los objetivos fijados por el club.

La primera sesión de la temporada ha tenido lugar en el propio estadio justo después de que los integrantes del plantel dieran todos ‘negativo’ en una prueba Covid realizada a primera hora de la mañana. En este primer entrenamiento han participado todos los integrantes de la primera plantilla azulina y algunos jóvenes de la ciudad – Abdelah (extremo), Yusef (medio centro) y Adrián (central)-. Se espera que en los próximos días se una a los entrenos Aseel Abed, central saudí a préstamo por el Ittihad, y el resto de las incorporaciones que se vayan anunciando.

Una de las noticias positivas de esta primer sesión ha sido la de volver a ver sobre el césped a Ali, después de su larga lesión. Cabe destacar que el lateral izquierdo melillense lleva trabajando en solitario desde que cayó lesionado –vacaciones incluidas- y desde la semana pasada ya con el apoyo de Carlos Gómez, preparador físico del equipo. Se puede decir que ya ve la luz al final del túnel y que, si nada se tuerce, llegará al inicio de la competición en plena forma.

El citado Gómez ha programado para hoy una sesión bastante liviana de entreno en la que, básicamente, los futbolistas han hecho algo de activación y han acabado tocando balón para ir familiarizándose de nuevo con su herramienta habitual de trabajo.

Mañana viernes se ha fijado el trabajo a las 9:00 horas de la mañana y la tónica de entrenamiento será bastante similar a la vivida hoy en el Álvarez Claro. Antes, a las 8:00 horas, los jugadores están citados para realizarse las habituales revisiones médicas de cada inicio de pretemporada.

A las 11:30, por otra parte, está convocada una rueda de prensa para presentar a los dos primeros refuerzos que llegaron: el central Karlos Mahúgo y el guardameta Pol Ballesté.