- Josu Uribe programa una sesión extenuante, dejando claro a los integrantes de la plantilla lo que espera de ellos
- El comportamiento de los jugadores, intachable, ha de tener continuidad en el encuentro ante el ‘Recre’
La Unión Deportiva Melilla ha vuelto esta mañana al trabajo, y lo ha hecho en una exigente y prolongada sesión de casi dos horas sobre el verde de La Espiguera. Después de una charla en el vestuario azulino, donde todos han hecho un ejercicio de constricción, los jugadores han respondido de una espectacular manera a las órdenes dadas por los técnicos. Sólo cabe esperar que este ímpetu se prolongue hasta el domingo, día de partido, y los unionistas puedan volver a sumar de tres en tres.
El entrenamiento de hoy comenzaba con un buen calentamiento, con especial detalle y cuidado con las zonas que podían resultar perjudicadas por el cambio de superficie. A continuación, el preparador físico del club, Alberto Martínez, ha sacado la fusta y ha dirigido una serie de ejercicios de fuerza, velocidad y potencia aeróbica a gran intensidad.
Después del trabajo físico, Martínez ha entregado el testigo a Uribe, que ha dedicado una gran parte de la sesión a incidir en el aspecto táctico. La plantilla unionista ha trabajado la manera en la que hincarle el diente al ‘Recre’, y hasta que el técnico asturiano no ha quedado satisfecho no ha dado tregua a los suyos.
Para finalizar la jornada, los futbolistas se han dividido en dos equipos para terminar disputando un partidillo en espacios reducidos, donde se han vislumbrado muy buenos detalles entre los jugadores. No hay motivos para caer en la desesperanza, sino todo lo contrario. Siempre habrá “malas gripes” y rachas que pasar, pero con esta actitud lo que viene es más ilusionante.