En la tarde de ayer se presentaron oficialmente en sala de prensa los dos ténicos que dirigirán los dos máximos exponentes futbolísticos de la ciudad. Juan Moya seguirá una temporada más al frente de la UD Melilla, mientras que Felipe Sánchez se mantendrá al frente del Melilla B, nombre con el que competirá el Casino del Real en Tercera División tras la firma de la filialidad entre ambos clubes que está pendiente para los próximos días. Además, se confirmó que Paco Montoya seguirá siendo el secretario técnico una temporada más.

Juan Moya
«Mi primera intención era la de marcharme esta temporada, pero tras conocer la idea del Consejero, me pareció un acto de cobardía irme y tomé la decisión de continuar un año más. No quería salir corriendo en un momento tan delicado para el club. Estoy muy agradecido a la Junta Directiva y a la secretaría técnica por haber confiado en mí para este nuevo proyecto. Esperé 59 años para entrenar al equipo de mi ciudad, y ahora pretendo sacar este reto adelante. Es un proyecto ilusionante que sabemos que va a ser muy difícil porque el primer equipo va a contar solamente con seis jugadores de fuera y el resto serán de la tierra. Tendremos que trabajar bien, porque no podemos fallar en la contratación de los seis que vengan de fuera. Como profesional, no dudo de la capacidad de los futbolistas del Casino», explicó.

Paco Montoya
«Estamos trabajando para completar la plantilla lo mejor posible. Son seis fichajes y no tenemos margen de error. Como preferimos lo conocido, hemos trasladado una oferta de renovación a varios componentes del plantel anterior, ellos hicieron una contraoferta y estamos esperando para ver como termina la negociación. Todos tendremos que apretarnos el cinturón este año, y las fichas serán también menores», aclaró.

Felipe Sánchez
«Estamos concienciados con este nuevo proyecto que se presenta. Nuestra misión al frente del equipo de Tercera División será la de formar jugadores para el primer equipo. Contaremos con los futbolistas que no jueguen en el Melilla y podremos tirar de la cantera».