El filial madridista ganó gracias a un gol de Álvaro Rodríguez fruto de un error defensivo unionista 

El vendaval melillense fue testigo del partido de la jornada 26 entre la Unión Deportiva Melilla y el Real Madrid Castilla. Un partido crucial para aspirar a la salvación contra un rival que también anda rodeando la zona del descenso. Ante tal urgencia de conseguir los puntos, Juan Sabas sacó al siguiente once titular: Montoya en la portería; Macías, Yuste, Moi y Loren en la zaga defensiva; David Suárez, Bandaogo y Pablo Hernández en el medio del campo; Sergio Pérez, Morillo forman las bandas melillenses y, en la punta de ataque, debutó Beka Kavtaradze en la punta de ataque. 

La primera parte fue marcada por la igualdad en el medio del campo. Se derrochaba una gran intensidad en los dos equipos a la hora de presionar en el balón. Tal era la intensidad que el árbitro amonestó cada acción tanto del lado azulino como del lado blanco para así apaciguar el ambiente. 

Morillo probó desde lejos en varias ocasiones con disparos potentes, pero fueron interceptados por Cañizares. Los azulinos seguían creyendo en sus capacidades, donde formaban contraataques ante las posesiones largas de los madridistas. Beka Kavtaradze fue derribado en el área en el 27 tras robar el esférico, pero el colegiado, según su criterio, no dictaminó pena máxima.

En el minuto 30, tras una salida en falso de Montoya, donde no logró coordinarse bien con Moi, hizo que Álvaro Rodríguez empujara la pelota con la puerta vacía. Pese al jarro de agua fría por el gol visitante, los de Juan Sabas no prescindieron de su idea de juego y buscaban el gol del empate. Beka empezó a tener protagonismo en el juego recogiendo los balones y repartiendo el juego en las bandas. El delantero georgiano remataba todos los servicios de las bandas, dejando sensaciones positivas en su debut como titular. Macías tuvo la oportunidad de empatar en el 42’, pero su disparo fue manso a los guantes de Cañizares. 

La segunda parte los unionistas fueron más protagonistas en el esférico. Dispusieron de muchas ocasiones para igualar el encuentro, pero no conseguían conectar con el balón francamente. Sergio Pérez tuvo en sus botas un disparo potente y colocado que se fue por encima de la portería rival. Se acercaban más y más, pero los centros no llegaban a nuestros delanteros azulinos. 

Los cambios unionistas de Dani García por Sergio Pérez, José Enrique por Beka, Siddiki por Pablo Hernández y José Antonio González —que tuvo una oportunidad que se fue fuera—, por Bandaogo, aportaron piernas frescas al juego unionista. La circulación del balón fue más rápida y empezaban a generar ocasiones. 

Dominio absoluto en los últimos compases del partido, donde el Madrid Castilla defendía en bloque bajo y ralentizaba su juego para cerrar el resultado. Siddiki probó fortuna con un disparo en la frontal, pero, otra vez, se fue por encima de la portería de Cañizares. Sin embargo, no hubo un disparo claro de los unionistas en el área rival. Pese a que el equipo lo intentó hasta el final, no logró empatar antes del final del encuentro.