• Azulinos y albinegros, dos de los equipos más en forma de toda la Segunda ‘B’, se enfrentan mañana (a las 12 horas) en el Álvarez Claro
  • El equipo pacense, que defenderá su cuarta posición en la tabla, llega a la ciudad autónoma con las bajas de Guzmán, Kamal, Éder y Jordán

La Unión Deportiva Melilla y el Club Deportivo Badajoz protagonizan mañana, a las 12 horas, el duelo de la jornada en el Grupo IV. Dos de los clubes en mejor forma de la división de bronce medirán sus fuerzas en un atractivo choque de estilos. Los unionistas, líderes de la competición, intentarán sumar los tres puntos ante un equipo muy duro e intenso, que encaja pocos goles y que se crece contra los equipos de la zona alta de la tabla.

La escuadra norteafricana, certificada ya su presencia matemática en la fase de promoción, centra todos sus esfuerzos ahora en guardar la primera plaza que actualmente ostenta. Con Recreativo y Cartagena en el retrovisor, a los melillenses no les queda otra que salir a por todas ante un Badajoz pletórico, que acumula siete victorias consecutivas y que llega a la cita en su momento más dulce de la campaña. Los de Mehdi Nafti, después de un año algo irregular, han alcanzado el tramo final del campeonato en su mejor momento del curso, en cuarta posición y dependiendo de ellos mismos para acabar en puestos de playoff.

Los albinegros, que llevan catorce enfrentamientos sin conocer la derrota, han construido sus éxitos más recientes gracias a la solidez de su línea defensiva, a la rapidez y buen trabajo de sus bandas y al gran momento de Éder Díez, delantero que se perderá el encuentro por sanción. Tampoco podrá contar Nafti con Kamal, Guzmán Casaseca y Jordán, que se han quedado en casa. Vuelve, eso sí, Cristian Pérez. Por parte melillense la única baja será la consabida de Jordi Ortega.

El partido será dirigido por el madrileño Miguel Ángel Ortiz Arias, y en él se espera una buena afluencia de aficionados melillenses, atraídos por los diversos llamamientos de la entidad azulina a lo largo de la semana y, sobre todo, por la excepcional marcha de una de las mejores U.D. Melilla de la historia. Aquella que, a falta de tan sólo tres encuentros, maravilla a los aficionados con su juego y depende de sí misma para levantar el título de campeona del Grupo IV.