• Los azulinos regresan a La Espiguera para trabajar de cara a su defensa (por 27ª jornada consecutiva) de los puestos de playoff
  • Moha Traoré vuelve tras lesión y Jordi Ortega se reincorporará gradualmente a  lo largo de la semana

En el seno de la Unión Deportiva Melilla la ilusión es máxima. Llegados al tramo final de la temporada, los azulinos dependen de sí mismos para meterse en los playoff de ascenso y a los componentes del plantel les sobran días de la semana para demostrar su ambición en el campo. En el entrenamiento de hoy se ha podido comprobar que nadie quiere regalar nada en este grupo, que todos quieren ser partícipes de esta posible gesta y que entrar en el once seguirá siendo igual de complicado que hasta ahora.

Prácticamente recuperado Moha Traoré de su microrrotura y con Jordi Ortega entrando –poco  a poco y a lo largo de la semana- en la dinámica grupal, la competencia se aprieta aún más. Paco Aguza, eso sí, todavía necesitará un par de semanas más (aproximadamente) para reincorporarse a los entrenos con el resto de sus compañeros.

La ilusión y ambición en el vestuario azulino es máxima.

La sesión de hoy ha tenido tres fases: una primera centrada en la fuerza (y desarrollada en el estadio), una segunda en la táctica y una última dedicada a la disputa de una serie de partidillos en espacios reducidos, ambas en La Espiguera. Los azulinos, que acabarán la semana visitando el Estadio de los Juegos Mediterráneos para medirse a la U.D. Almería ‘B’, desean asestar su tercer golpe consecutivo sobre la mesa y, con los tres puntos, afianzarse en una de las zonas altas más apretadas de los últimos años en el Grupo IV.