•  La victoria ante el Talavera carga la moral del conjunto azulino, que esta semana visitará a la siempre complicada Balona
  • Paco Aguza y Jordi Ortega continúan trabajando al margen del grupo por sus problemas musculares

La Unión Deportiva Melilla vuelve a sonreír. Aprovechándose de nuevo de la fortaleza que continúa demostrando en su bastión (los de Carrión son el mejor equipo como local), la escuadra melillense consiguió sumar tres puntos muy importantes en una jornada en la que sus más inmediatos perseguidores también lo habían conseguido. La renta actual con el quinto clasificado (el Recreativo de Huelva), se cifra en tres puntos.

A pesar de haber pasado un acusado bache de resultados, los melillenses son, por puntos, el quinto mejor equipo de toda la Segunda ‘B’ (empatados con el cuarto, el Mirandés). Los 44 que actualmente ostenta, de hecho, le serviría para comandar la clasificación en los grupos I y III.

Entrenamiento en La Espiguera 

Esta mañana el equipo ha vuelto a entrenar y, para preservar el preocupante estado del césped, lo ha hecho un lunes más en La Espiguera. Allí ha acometido la habitual sesión regenerativa y compensatoria de las jornadas posteriores a partido. En ella han participado todos los jugadores unionistas con la excepción de Jordi Ortega (aún recuperándose de su rotura en el isquio) y Paco Aguza (quien con una microrrotura será duda hasta el final de la semana).

Las buenas noticias para el equipo azulino llegan con el fin de las sanciones federativas de Yacine, Alfonso y Otegui, que podrán estar disponibles para su técnico por si considera convocarlos y/o alinearlos para el partido frente a la Balompédica Linense.

El meta Pedro Luis, en un momento del entrenamiento.

En dicho encuentro, fijado para el próximo domingo en el Municipal de La Línea en el habitual horario de las 12:00 horas de la mañana, los melillenses volverán a enfrentarse a uno de los grandes aspirantes a puestos de liguilla, una Balona muy seria que, a cincos puntos de las posiciones que dan entrada a la fase de ascenso, no querrá descolgarse. El equipo de Jordi Roger, que como la U.D. Melilla arrastraba una mala dinámica con tan sólo dos puntos conseguidos de sus últimos quince disputados, volvía a ganar este fin de semana –y a domicilio- a un Atlético Malagueño que, según las crónicas, mereció algo más.