• Los de Luis Miguel Carrión, que ayer volvían a los entrenos, han ejecutado hoy una nueva sesión de trabajo con todos los efectivos

La Unión Deportiva Melilla ha despedido esta mañana (de manera oficiosa) un 2018 muy especial, marcado por la presencia del equipo en la zona alta del Grupo IV y, cómo no, por la histórica eliminatoria de dieciseisavos de la Copa del Rey, disputada ante el Real Madrid.

Todos los jugadores de la plantilla estaban citados ayer en el Municipal Álvarez Claro para acometer el penúltimo entrenamiento del año (por la tarde). Ya esta mañana, estos mismos futbolistas han ejecutado el último preparando el próximo encuentro de los unionistas, el fijado para este domingo en Ibiza. Los de Carrión visitarán la cancha de un equipo llamado a estar en la zona alta de la tabla, que guarda grandes esperanzas de la segunda vuelta y espera acabar esta primera con los tres últimos puntos en la hucha. 

El 2019 se prevé ilusionante para los intereses azulinos.

Si la tarde de ayer fue de activación con los integrantes del plantel melillense, la sesión de hoy ha sido algo más intensa y con algo más de espacio para el fútbol. El equipo volverá a los entrenamientos el miércoles por la tarde (mañana descansará) y jueves y viernes (por la mañana) llevará a cabo sus sesiones en La Espiguera. Intentarán así adaptarse lo mejor posible al estadio ibicenco, de césped artificial