• Los azulinos olvidan ya su primera derrota en once encuentros y se centran en vencer su último partido del año
  • El Real Murcia de Manolo Herrero amenaza el feudo del líder, donde nadie gana desde el pasado mes de febrero

Hoy es jornada de descanso para el líder de la competición, la U.D. Melilla, que esta mañana llegaba en barco de su salida a Badajoz y que el próximo sábado despedirá en casa un año 2018 para el recuerdo. Los de Luis Miguel Carrión, que ayer no tuvieron su mejor día en Badajoz y sumaron su segunda derrota de la temporada, piensan ya en la manera de resarcirse ante uno de los grandes equipos de la categoría, el Real Murcia del ex entrenador azulino Manolo Herrero.

A pesar de volverse de vacío de tierras extremeñas, los melillenses se mantienen una semana más como líderes en solitario del Grupo IV y como segundo mejor plantel de los ochenta que actualmente conforman la Segunda ‘B’, algo que habla muy bien de todo lo bueno conseguido hasta la fecha por la escuadra norteafricana. 

Cabe recordar que los unionistas han entregado la cuchara después de diez jornadas sin hacerlo, algo al alcance de muy pocos clubes en una categoría tan igualada como esta. Como dijo aquel profeta, “una mala tarde la tiene cualquiera”.

Imágen del partido de ayer, disputado en Badajoz (Foto: CDB)

Los de Luis Carrión, dejando ya atrás la derrota en el Nuevo Vivero, pretenden para el próximo fin de semana -sábado a las 11:30 horas- brindar una última alegría a su afición justo antes del parón navideño. De vencer al Murcia conseguirían marcharse en Navidad con 40 puntos en el zurrón, un hito único en la historia del club. Los Dani Aquino, Heber Pena, Jesús Alfaro, Ian Mackay y etcétera amenazan el inexpugnable feudo del líder, donde nadie vence desde febrero. Se avecina partidazo antes del parón vacacional.

La vuelta al trabajo de los unionistas está prevista para mañana martes, sesión en la que –a priori- Richi volverá a trabajar con normalidad con el resto de sus compañeros. La vuelta de Aguza quedará sujeta a la recuperación final de su microrrotura muscular.