• El nuevo técnico azulino hace balance de sus tres primeras semanas de trabajo en el banco de la U.D. Melilla
  • Destaca del plantel su “ilusión por crecer y hambre” de todos, valorando muy positivamente el rendimiento de los más jóvenes
  • “Los fichajes que han acabado llegando vieron que íbamos de verdad y que nuestras intenciones eran serias”, señala

Hace apenas un mes Luis Carrión llegaba a Melilla con un propósito firme, bien definido y muy complicado: conseguir meter al equipo azulino en la fase final de ascenso a Segunda División, un antiguo anhelo de una ciudad entera. Parece que, finalmente, la confección final del plantel parece haber ilusionado a la afición, aunque cualquier atisbo de optimismo se basa en meras especulaciones y cábalas. El verde siempre decide.

El míster, que ya comienza a intuir debilidades y fortalezas de su nuevo equipo, ha evaluado esta mañana la actualidad del equipo para la web del club. Si ayer nos explicaba qué pensaba de la llegada de Alfonso Martín (último futbolista en incorporarse) y del rendimiento de su equipo ante el River, hoy se ha abierto un poco más para analizar, con mayor exhaustividad, sus sensaciones una vez finalizadas sus primeras tres semanas al mando del club melillense.

“Hasta ahora estoy bastante satisfecho con lo que observo –ha comenzado explicando-. Veo a la gente muy implicada, se están llevando a cabo entrenos duros donde los jugadores dan el cien por cien, así que por ahora estoy contento con su rendimiento”.

El nuevo entrenador de la U.D. Melilla ha valorado positivamente –además- que todo lo firmado ha llegado ajustándose a varios criterios impuestos por él mismo, y que son inherentes a su manera de concebir el fútbol: “la ilusión por crecer, el hambre y el inconformismo”.

“Apostamos por cierta gente con experiencia en la categoría –ha proseguido- pero ante todo gente que viniese para crecer deportivamente con nosotros. Hasta ahora los que han venido lo han demostrado; con los que tuvimos alguna duda (o ellos la tenían) directamente decidimos que no viniesen. Por tanto, con lo que ha llegado estoy contento”.

Ya nadie parece recordarlo, pero hace apenas un mes los fichajes de la U.D. Melilla se hicieron bastante de esperar, hubo un “parón” en el mercado, fichar en Melilla siempre es más difícil y la afición comenzaba a impacientarse, pero uno a uno fueron llegando los nuevos nombres de un plantel que, ya casi cerrado, tiene bastante buena pinta.

A pesar de los inconvenientes, y a falta de tan sólo dos días para el comienzo del ‘stage’ de pretemporada, no queda más que una plaza sub-23 por cubrir. Afortunadamente para los unionistas se ha conseguido armar un plantel integrado –en su gran mayoría- por primeras y segundas opciones de entre las que manejaba la dirección deportiva azulina.

“Al final ha acabado llegando mucha gente de la que queríamos, tenemos que tener en cuenta que vamos a competir con equipos de mucho potencial económico y que siempre es difícil pelear contra ellos a la hora de confeccionar las plantillas –ha explicado Carrión-. A pesar de ello, los jugadores se han ido animando a medida que iba llegando el resto de fichajes a nuestra escuadra, y eso evidencia que los futbolistas han firmado al ver el proyecto que se estaba fraguando. Vieron que íbamos de verdad y que nuestras intenciones eran serias”.

Carrión no quiere «un sub-23 de relleno» para el último puesto por cubrir del plantel.

Acerca de ese último hueco que queda por ocupar, Carrión comenta que “siguen buscando la mejor opción” porque “los sub-23 siempre cuesta algo más adquirirlos porque normalmente los filiales copan el mercado”, pero el tiene claro el perfil de futbolista que quiere: “uno que venga a tener posibilidades de jugar, con cierto nivel para competir el puesto”. No quiere traer nadie “por traer”, ya que en su filosofía no entra aquello de poder tener algún “sub-23 de relleno”.

Y es que para Luis Carrión, entrenador con gran experiencia en el fútbol base, el papel de los jugadores jóvenes es vital. Hasta el momento dice sentirse “muy contento” con lo que ha visto de ellos, especialmente con los juveniles del Rusadir que actualmente entrenan con el equipo, pues ha percibido en ellos “mucho crecimiento”.

Implicación de los juveniles

“Veo en los juveniles una implicación grande, y me gusta. Los otros sub-23 vienen del fútbol profesional y sé lo que me podían dar; pero te repito, los juveniles han rendido muy bien y vendrán con nosotros a Antequera para jugar, trabajar y crecer. Ellos saben como soy yo, que si son capaces de ganárselo van a jugar, pero necesitan crecer mucho, puesto que es algo también importante para nosotros. Hay gente válida en Melilla, pero tienen que estar implicados y con ganas de jugar. Yo intentaré darles oportunidades, pero sin tener demasiada prisa”.

El propio preparador se define como un técnico al que “no le gusta anclarse en un once”, que basa su meritocracia en el trabajo. “Todo el mundo durante la temporada pasa momentos buenos y malos, y teniendo una buena plantilla me dan igual aspectos como la edad, tengo que intentar ser justo. No miraremos el DNI, sino el nivel que estén dando”, ha señalado.

Cree Luis que esta es “la mejor manera de tener alerta a la plantilla”, aunque explica que “ojalá” se pueda llegar a tener un once casi fijo, “porque eso supondrá que la cosa va casi siempre bien”. Como sabe que eso “normalmente no suele ser así en ningún lado”, asegura que “oportunidades tendrán todos y el que lo haga bien seguirá jugando”.

El entrenador catalán, participando en uno de los rondos en el entreno de esta mañana.

Este año, además, los jugadores firmados son especialmente versátiles, algo del gusto del míster: “Es verdad que tenemos gente que puede jugar en varios sitios, Brian sin ir más lejos puede actuar en los cuatro puestos del ataque. Menudo, Igor o Braim son jugadores que pueden rotar su posición y ofrecernos muchas posibilidades; la llegada de Alfonso nos abre la opción de jugar con tres por dentro; tenemos cuatro centrales con los que podemos jugar, perfectamente, con defensa de tres… En definitiva, opino que contamos con muchas posibilidades y ya intentaremos elegir la que mejor nos venga y más resultado pueda darnos”

En cuanto al estilo que poseerá el equipo, Carrión sabe que la U.D. Melilla no puede tirar por la borda –de repente- todo lo que ha ganado estas dos últimas temporadas en el aspecto defensivo, pero es consciente del poderío ofensivo de sus jugadores de ataque. “Dejar la puerta a cero siempre es importante –ha explicado-, te abre muchas posibilidades de ganar partidos, especialmente porque creo que ocasiones de gol vamos a generar, tenemos gente arriba muy buena”.

“Lo único que tengo claro es que si a todos nos dicen que nos meten 70 goles y acabamos en playoff, lo firmamos. Aún así, vamos a intentar ser serios atrás, generar cosas arriba y hacer, en general, buen fútbol para agradar a la gente que viene a vernos; pero sobre todo saldremos a ganar, si puede ser con la portería a cero pero que –sea como sea- nos llevemos los tres puntos”, ha añadido el de Barcelona.

Carrión ha reafirmado lo que vino a expresar en su primera entrevista como entrenador, que está gratamente sorprendido del rendimiento del bloque de jugadores que continúa en la escuadra azulino. “A ver, a la mayoría los conocía bien, pero me llama la atención especialmente su nivel de trabajo y la fuerza que tienen todos en el grupo. Todos, todos los que han seguido me parecen muy interesantes en muchos sentidos y la gente que conocía menos, como Braim y los juveniles, me están sorprendiendo positivamente. Están a muy buen nivel, a la altura de poder jugar en el equipo”, ha señalado.

El lunes a las 20:30 horas Luis Carrión dirigirá su segundo partido como azulino.

“Creo que siempre tiene que jugar el que esté mejor –ha continuado-, pero siempre es positivo que haya gente de la ciudad apretando. Cuanto más gente de aquí que esté cualificada, mejor”.

En cuanto a los veteranos de mayor peso en el vestuario, aquellos en torno a los que se han edificado los cimientos de este proyecto, señala que los ve “bastante implicados y ya con galones”, y espera que le ayuden “en lo que no sea estrictamente deportivo”.

“De momento lo están haciendo –ha reconocido- porque saben que yo los voy a defender siempre. Así que esta gente que lleva más tiempo quiero que ayuden a los nuevos, los jóvenes, pero sobre todo que rindan sobre el verde”.

Unidos en busca de un objetivo

El preparador unionista espera grabar a fuego la palabra unión. La quiere en el vestuario (cree que es un “denominador común” en las escuadras históricamente exitosas) y la quiere también con la grada, aunque sabe que eso también tendrá su proceso:

“Sabemos que es difícil meter mucha gente en el estadio, pero sí que podemos intentar con nuestra actitud y juego que acudan unos pocos más. Lo que realmente queremos nosotros es que se llene el campo, que la gente en Melilla disfrute y espere al domingo para ver a su equipo. Para eso tenemos que dar mucho, sabemos que cuando haces buen año acaba viniendo la gente, como pasó con el Melilla Baloncesto”.

Por último, y haciendo alusión al amistoso del próximo lunes ante el Recreativo Granada, explica que por encima del resultado pretende sacar otro tipo de conclusiones. Desea apurar al límite el cansancio de sus futbolistas, puesto que lo realmente importante para él es “llegar bien al día 26 de agosto”, día de inicio de la competición.

“Aún así, competiremos para intentar hacerlo bien y que se nos vean cosas sobre el campo. Participarán todos porque todos tienen que seguir creciendo y que cometer errores, como es normal, para luego así verlos en vídeo y aprender para no cometerlos más. Luego si se gana, pues mejor, pero en principio el resultado no es lo más importante para mí”, ha concluido.