- Los azulinos han vuelto esta mañana al trabajo sobre el verde del Álvarez Claro después de dos días de descanso
- La plantilla sabe que, de no conseguir los tres próximos puntos de Murcia, conseguir el objetivo sería bastante improbable
La Unión Deportiva Melilla ha vuelto esta mañana al trabajo (después de dos días de descanso) para comenzar a preparar su particular Domingo de Resurrección ante el UCAM. Ni jugadores ni cuerpo técnico van a arrojar la toalla, pero saben que mantener vivo el “milagro” dependerá en gran parte de sacar los tres próximos puntos de La Condomina.
Los azulinos han acometido esta mañana un circuito de fuerza sobre el césped principal del estadio, después han trabajado la táctica y se han subido al Anexo para trabajar en espacios reducidos. Los entrenos se retomarán mañana mismo en este mismo escenario.
Los únicos jugadores que se han mantenido al margen esta mañana han sido Richard Boateng y Lolo Garrido, aunque se espera que este último pueda reincorporarse al grupo a lo largo de la semana.
El trabajo del equipo ha de redoblarse sabiendo que aún quedan 21 puntos por disputarse y que ciertos enfrentamientos directos pueden favorecer los intereses melillenses, pero hay algo claro y meridiano: ya no se puede fallar.