• Los azulinos, que ayer martes descansaron, han vuelto esta mañana al trabajo para preparar el choque ante el Extremadura
  • Braim vuelve al trabajo con el grupo y se descarta una lesión de gravedad de Tanis Marcellán. Lolo sigue al margen

El fútbol se juega, sin duda, para llegar a partidos como este. Después de una temporada con bastantes altibajos, los de Manolo Herrero dependen de sí mismos, a falta de ocho jornadas, para alcanzar los puestos de playoff. Lo conseguirán virtualmente este domingo, además, si vencen en la cancha del Extremadura, el gran favorito a principios de temporada para hacerse con el campeonato del Grupo IV.

Para preparar de la mejor manera este trascendental partido, vital para dos escuadras que llegan en dinámicas bastante diferentes, los melillenses han vuelto hoy a los entrenamientos con una sesión de fuerza resistencia y algunos ejercicios tácticos y técnicos.

Dentro del equipo se respira un buen ambiente de fútbol.

Uno de los hombres que tenía a los servicios médicos del club era Tanis Marcellán, pero las exploraciones a las que ha sido sometido en su rodilla derecha han determinado que no existe lesión ósea alguna. Tanto hoy como mañana ha entrenado por su cuenta, esperando (si va evolucionando bien) entrar con el resto del plantel al término de la semana. Braim, totalmente recuperado, ha completado el entrenamiento con normalidad, mientras que Lolo Garrido es el único futbolista con ficha que se perderá con toda seguridad este próximo choque. Aún le queda al jerezano algún tiempo más de recuperación.

El conjunto unionista entrenará jueves y viernes en el Álvarez Claro y el sábado, bien temprano, tomará el avión para afrontar uno de los viajes más largos de la temporada destino a Almendralejo. Está previsto que ese mismo día, por la tarde, los componentes del plantel realicen un entreno sobre suelo peninsular.