- El técnico azulino valora como positiva la semana de trabajo de los suyos, y espera que el esfuerzo se refrende ante el Écija
- Espera hacer aún más bueno el punto de La Línea, que por cómo se produjo, ha dado “confianza y seguridad” a la U.D. Melilla
La U.D. Melilla afronta este fin de semana la primera de las once finales que aún le quedan de aquí al final del campeonato liguero, un partido que ha de acabar en victoria para seguir optando a los puestos de liguilla. Manolo Herrero, técnico azulino, quiere volver a observar en los suyos la intensidad exhibida en los últimos diez minutos del partido de La Línea, pero esta vez desde el pitido inicial, en casa y ante el peligroso Écija Balompié. Así lo ha comentado el míster:
“La verdad es que el equipo nunca dio el partido pasado por perdido, se nos puso una situación muy difícil pero los muchachos creen en lo que se hace –ha comentado-. Lo intentaron hasta el final, tuvimos esa pizca de suerte que se necesita en un campo difícil ante un rival complicado, y ahora el empate nos da confianza y seguridad para hacer bueno el punto en casa”
Después de cuatro jornadas sin ganar, ha admitido, “un equipo como la U.D. Melilla que aspira a lo que aspira no puede permitirse otra cosa que no sea ganar en casa”. Ha asegurado que sus pupilos “tienen muchas ganas de volver a sumar de tres en tres y hacer un buen partido en nuestro estadio, ante nuestra gente”.
De hecho, dice sentirse “satisfecho y contento” del “buen nivel de trabajo exhibido por los jugadores a lo largo de la semana”, deseando que “todo ese esfuerzo se pueda poner sobre el verde este domingo”. Espera, por otra parte, “poder dejar la puerta a cero, algo que viene costando las últimas jornadas”.
Ha hablado, a continuación, de su próximo rival, un equipo que “prácticamente ha conseguido su objetivo, la permanencia, o al menos tiene hecho bastante al respecto”. Cree que, en líneas generales. “es un plantel con bastante equilibrio” y augura un enfrentamiento competido.
La situación del equipo astigitano, que lleva cuatro años sin visitar el Álvarez Claro, es bien distinta a la de inicios del campeonato, en el que sorprendió a todos colocándose varias jornadas en el primer puesto de la clasificación. “No es fácil aguantar el paso de los equipos grandes de la categoría, pero a pesar de ello considero su campaña como muy buena”, ha señalado Herrero.
Ha confirmado el preparador unionistas que Odei y Boateng no estarán ante el conjunto sevillano por sanción, al igual que Jilmar, que aún no se ha recuperado totalmente de su rotura en el dedo gordo de su pie izquierdo.
Estas bajas auguran cambios en el once, pero como suele ser habitual en el técnico azulino, no ha querido desvelarlos. “Tiene que entrar gente nueva, si jugará Braim o no aún no lo tengo decidido. Lo importante será formar un equipo competitivo, como lo éramos a principios de año en casa”.
Herrero dice haber observado “un cierto nerviosismo”, tanto en sus jugadores en el terreno de juego como en entorno y afición, algo que achaca al grado alto de las expectativas. “Nos hemos puesto el listón alto y unos playoff cuesta mucho atarlos”, ha apuntado.
A pesar de ello, confía que “en estos momentos tan importantes la afición vaya de la mano del equipo”. Pide ayuda para sus jugadores “en los momentos difíciles, cuando se falla y cuando no”, porque ellos son los que ganan al partido. Espera poder ganar y que la gente “vuelva a poder estar contenta con su equipo”.