• Los azulinos se adjudican los tres puntos en Badajoz gracias a dos soberbios tantos de Pepe Romero y Boateng
  • Celebraron el Día de Melilla con su primera victoria a domicilio
  • Los de Manolo Herrero aplastaron tácticamente a su rival

Nadie podía imaginar una menor manera de celebrar el Día de Melilla que esta, pero es que en la caseta unionista nadie quería imaginar ninguna otra manera. Gracias a dos increíbles goles de Pepe Romero y Boateng, La U.D. Melilla ha doblegado esta mañana con solvencia y oficio a un C.D. Badajoz peleón, insistente, pero incapaz de manejar el rumbo de un encuentro que ha navegado siempre a merced del timón melillense.

Como bien reconocía Dani Barrio al término del choque (en los micrófonos de Onda Cero), ésta ha sido una victoria balsámica para la U.D. Melilla, un éxito a domicilio que refuerza el trabajo del grupo y los llena de moral de cara a siguientes partidos: “Ha sido una victoria importante, necesaria, que premia el esfuerzo que se viene realizando desde julio”, ha relatado el guardameta. En el vestuario querían desquitarse de “resultados injustos” de jornadas anteriores, y este 0-2 cambia radicalmente el ánimo del plantel.

La historia deportiva de este 17 de septiembre, el 520º de Melilla como ciudad española,  la comenzaba a escribir allá por el minuto 18 uno de sus hijos predilectos, Pepe Romero. Los primeros compases del partido no tuvieron un claro dominador, la posesión se repartía y la U.D. Melilla no acababa de desplegar todo su potencial en la zona ancha del campo. A pesar de ello, y justo en el momento más inesperado, el lateral melillense se vistió de superhéroe para anotar uno de los mejores goles que se han visto en las últimas temporadas

Agarró la bola en su campo (prácticamente en su área) para, como una exhalación, salir lanzado hacia el área rival. Después de una carrera de unos 60 metros, en la que fue dejando atrás a todo el que le salía al paso, Pepe se colocó el balón en la derecha y, desde el semicírculo de la frontal, conectó un disparo seco al palo cruzado. Brutal.

No se prodiga mucho el zaguero melillense en la anotación, pero cuando lo hace… ¡vaya golazos que se saca de la chistera! La afición recordará, con toda seguridad, el que marcó en Huelva hace dos temporadas, bastante parecido a este en la ejecución y que supuso la permanencia del club norteafricano en la división de bronce.

El 0 a 1 espoleó al conjunto de la ciudad autónoma, que empezaba a sentirse dominador. El dominio táctico con el que sometió al C.D. Badajoz fue apabullador a lo largo de los 90 minutos; en ningún momento parecía que el resultado fuera a ponerse en peligro. El control del tempo y del esférico granjeó oportunidades de peligro, especialmente en las botas de Yacine o Richard Boateng. Con un conjunto azulino en clara progresión ascendente se llegó al descanso.

Al saltar de la caseta, el técnico local Juan Marrero introducía dos cambios: sacaba al ex azulino Alí Diakité por lesión y a Joaqui Flores por decisión técnica, e introducía a Álex Rubio y Sergio Martín. Buscaba el míster albinegro dar la vuelta al resultado cuando, sin apenas tiempo para reacomodarse los equipos en los banquillos, Richard Boateng se inventó la segunda maravilla de la tarde. Dicen algunos que este Melilla no tiene gol. Esto no son goles, son golazos.

A botepronto y a la media vuelta, recibiendo un pase vertical de Richi desde el corazón de la zaga azulina, el centrocampista ghanés Richard Boateng ponía todo su corazón en la pierna derecha para empalar un tremendo chut desde 40 metros que, en una parábola perfecta, acabaría superando a Néstor para rubricar el 0 a 2.

Era el minuto 47 de partido, aún quedaba una parte completa por delante,  pero la diferencia en el electrónico era fiel a la vista sobre el verde, y los extremeños fueron incapaces de sobreponerse a una U.D. Melilla que se sentía cada vez más superior en el Nuevo Vivero.

Los pacenses lo siguieron intentando, con más corazón que cabeza, pero sus llegadas fueron desbaratadas por una defensa que está mostrando, una campaña más, ser de las más seguras de la competición. Y donde la zaga no llega, como en aquella oportunidad de Álex Rubio en el minuto 56, allí está Don Daniel Barrio Álvarez. Un seguro a todo riesgo.

En los minutos finales del choque, el tesón y buen hacer de Yacine pudo verse premiado con el tercer gol de la U.D. Melilla, pero su chut se marchó lamiendo el larguero albinegro. Algo más tarde, Espinosa tuvo un disparo franco que se acabaría yendo por encima del travesaño, así que el marcador no volvería a moverse y, con estos tres puntos, la U.D. Melilla escala algunos puestos en la tabla. La próxima semana, y en casa, complicado encuentro ante el equipo más goleador del grupo: el Betis Deportivo de José Juan Romero y del pichichi Loren Morón (cinco dianas).

 

FICHA TÉCNICA

C.D. Badajoz: Néstor, Salazar, Gabri, Manu Torres, Jesús Muñoz, Javi Rey, Alí Diakité (Álex Rubio, 45’), Joaqui (Sergio Martín, 45’), Ruano, Juanma y Guzmán (Álvaro Romero, 75’).

U.D. Melilla: Dani Barrio, Pepe Romero, Jilmar, Odei, Richi, Lolo Garrido, Juanma Espinosa, Pedro Vázquez (Borja, 67’), Rubén Martínez (Zelu, 85’), Boateng (Nando, 71’) y Yacine.

Goles:

(0-1): Pepe Romero, 18’.

(0-2): Boateng, 47’.

Árbitro: Francisco Sáez Vital, del Colegio Andaluz. Amonestó de entre las filas pacenses a Jesús Muñoz y Gabri; y de entre los visitantes a Lolo Garrido y Rubén Martínez

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada del Grupo IV de Segunda ‘B’, disputado en el Nuevo Vivero de Badajoz ante unos 2.500 espectadores.