• Los azulinos dominaron su encuentro ante el Real Murcia, uno de los ‘gallitos’ del grupo, pero no materializaron sus ocasiones
  • La entrada de Lolo Garrido en el descanso dio consistencia en el medio al equipo, que acaparó el esférico y las oportunidades de peligro

En otras circunstancias, quizá en temporadas anteriores, un empate ante el todopoderoso Murcia (uno de los mejores equipos de la 2ª ‘B’) hubiera sido suficiente. Sin embargo, esta U.D. Melilla quiere aspirar a todo y, hasta la fecha, ha demostrado no arrugarse ante rivales que –por presupuesto o masa social- serían teóricamente de mayor entidad.

Esta tarde no ha habido más que un equipo con interés por la victoria, el azulino, pero de nuevo la falta de suerte y de concreción en los últimos metros hizo sacar poco rédito al buen juego desplegado por los norteafricanos, especialmente en la segunda mitad.

El partido comenzó algo espeso y con bastante viento. Al conjunto local le tocó comenzar a favor de él, pero –paradójicamente- fue cuando más incómodo se sintió sobre el césped. Aunque el Real Murcia tampoco hacía demasiado por atacar la portería rival (Dani Barrio estuvo prácticamente inédito en los 90 minutos), la U.D. Melilla no hacía gala del fútbol de toque y control al que nos tiene acostumbrados.

Nando intenta zafarse de dos rivales en la zona ancha del campo.

A pesar de que la escuadra local no dispuso de muchas ocasiones en esta mitad, si que tuvo la más clara del encuentro, allá por el minuto 23 de juego. Tras una mala cesión de un zaguero grana, que despistó a Biel Ribas, Yacine recuperó un peligrosísimo balón en el área pimentonera, pero su pase de la muerte a Pedro Vázquez no pudo ser concretado por el mediapunta gallego. Con bastante respeto entre ambas escuadras se llegó al ecuador del encuentro.

Manolo Herrero, que sabe que su equipo, para crecer, ha de hacerse fuerte en el medio, introdujo al jerezano Lolo Garrido a la vuelta de vestuarios. Incrustando a Nando como pivote defensivo, el trabajo y capacidad asociativa de Juanma y el propio Garrido dio alas al conjunto melillense.

A partir de entonces se comenzaron a suceder los mejores minutos de la U.D. Melilla, especialmente con la entrada de Rubén Martínez, que partiendo desde el banquillo daba algo más de aire al equipo. Los melillenses empezaban a mirar con más peligro hacia arriba, teniendo varias ocasiones claras que no pudieron ser concretadas.

Pepe Romero, frenando el avance de Fornies.

Las oportunidades más significativas fueron el rechace al larguero de un centro lateral de Juanma Espinosa (que fue desviado por Orfila despistando a Biel) y otra acción de este mismo futbolista, que tras una buena jugada colectiva del equipo no pudo empujar a la red el pase que le brindaban desde el lateral del área. Tampoco Rubén Martínez (en el minuto 86’) pudo colocar entre los tres palos su remate en uno contra uno frente al guardameta. Llegó algo escorado y lanzó alto el esférico.

Así pues, un año más que la escuadra pimentonera es incapaz de sacar una victoria de Melilla. Este empate, que a cualquier otro equipo le habría sabido a mucho, a los de Manolo Herrero les supo a poco. El equipo tiene hambre, y la próxima oportunidad para demostrarlo será el próximo domingo en Badajoz (12:00 horas).

FICHA TÉCNICA

U.D. Melilla: Dani Barrio, Pepe Romero, Jilmar, Richi, Odei, Nando, Zelu (45’, Lolo G.), Juanma Espinosa, Yacine, Pedro Vázquez (86’, Borja López). y Nacho Aznar (69’, R. Martínez).

Real Murcia: Biel Ribas, Juanra, Fornies, Álex Ortiz, Orfila, David Sánchez, Santi Jara (86’, Elady), Armando (75’, Carnicer), Pedro Martín (62’, Chamorro), Víctor Curto y Xiscu. 

Árbitro: Manuel Jesús Orellana Cid, del Colegio Andaluz. Amonestó a Yacine, Richi y Juanma Espinosa por la U.D. Melila, y de entre los murcianistas a Santi Jara, Orfila y Xiscu.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo IV de Segunda ‘B’, disputado en el Estadio Municipal Álvarez Claro de Melilla ante 700 espectadores en una ventosa mañana.