• Los azulinos viajarán a Gran Canaria para tratar de arrebatar los tres primeros puntos de la liga al filial de la U.D. Las Palmas
  • Suso Hernández, técnico amarillo, contará con varias bajas para esta primera cita de la temporada
  • Herrero ha dejado en casa a Álex Cruz y Boateng. Nacho Aznar no viaja por estar sancionado por acumulación de tarjetas

Llegó el día deseado por todos. Después de una espera un tanto amarga por el regustillo que quedó en el club azulino tras quedar a las puertas de los playoff, la U.D. Melilla tiene ahora la oportunidad de comenzar a desquitarse en el primer partido esta nueva e ilusionante temporada.

La primera prueba para testar la capacidad de este flamante navío llevará al conjunto melillense a las Islas Canarias, concretamente al Anexo del Estadio de Gran Canaria, donde habitualmente juega como local el filial de la U.D. Las Palmas. En esta ocasión, y en la primera jornada del Grupo IV de Segunda B, los de Suso Hernández  buscarán retornar a la división de bronce de la mejor manera posible, haciendo bueno el factor campo ante un equipo que ha emitido públicamente, sin tapujos, su deseo e intención de ascender a la División de Plata. El partido comenzará mañana a las 13:00 horas de la tarde, las 12:00 en horario insular.

Para comenzar a trabajar en este cometido, Manolo Herrero se ha llevado esta mañana a 17 futbolistas, dejando en casa a Nacho Aznar -por sanción- y por decisión técnica a Álex Cruz y Boateng. El último fichaje azulino llegó algo falto de rodaje por su prolongada inactividad y, aunque ya está casi al ritmo de sus compañeros, Herrero ha demostrado que “no se casa con nadie” y, como ya avisó, “que el que esté mejor, viajará con el equipo”. Algo similar le ocurre al portuense, que recientemente salió de una lesión en su abductor y se ha quedado en la ciudad autónoma acabando de completar su puesta a punto. Se prevé que los dos puedan estar listos para el encuentro del próximo domingo, en casa ante el Jumilla.

Imagen del entrenamiento de esta mañana, celebrado en el Álvarez Claro y con el acento puesto en la estrategia.

No será el conjunto melillense el único que cuente con bajas para este partido, pues la escuadra amarilla también sufrirá varias ausencias de jugadores importantes, la mayor parte de ellas por lesión.

A saber, Las Palmas Atlético no podrá alinear a Yeremi Valerón, Fuli, Josemi, Agoney Godey (que se ha marchado a jugar a Gibraltar) ni al repescado del Cartagena José Artiles, que sigue recuperándose de una lesión en el hombro. Dani Martín y Yeremi Betancort volvieron a entrenar esta semana tras pasar por la enfermería, y habrá que ver si llegan en plenitud de condiciones al choque. Además, Fabio González, uno de sus mejores futbolistas, viajó ayer con el primer equipo a Valencia y, aunque no disfrutó de minutos, aún no se conoce si podrá ser de la partida este fin de semana en el Anexo del Estadio de Gran Canaria.

A pesar de todo, el míster canario podrá contar con un buen puñado de jóvenes y talentosos futbolistas, de lo mejor de la cantera de las islas, para hacer frente a la escuadra melillense. Entre ellos destaca, quizá, el fornido delantero Érik Exposito, todo un portento de 1,90 metros para la punta de ataque que ha anotado una gran cantidad de tantos en pretemporada. Aparte del delantero, otros jugadores de calidad como Benito y Josep van a entrenar con los compañeros de Primera, aunque a priori disputen los partidos con el equipo llevado por Suso Hernández.

Manolo Márquez, anterior técnico del filial amarillo (ahora comandante del primer equipo), deslumbró con su juego atrevido para conseguir el ascenso la temporada pasada. Tendremos que esperar hasta mañana domingo para conocer la propuesta del nuevo preparador amarillo.

A pesar de todas las fortalezas del equipo insular, será la U.D. Melilla quien tenga que manejar el tempo del partido si quiere amarrar su primera victoria a domicilio. La superficie de juego, por otra parte, no será la más recomendada para el juego de los azulinos (es de césped sintético), pero no ha de ser un inconveniente insalvable para una U.D. Melilla que lleva toda la semana entrenando en el artificial de La Cañada para habituarse.