- La U.D. Melilla dirá adiós a la temporada de ‘La Corazonada’ en casa, ante el Mancha Real y con la Copa del Rey asegurada
- La entidad azulina homenajeará a los integrantes del equipo en el último ascenso en los prolegómenos del encuentro
Punto y final al año de ‘La Corazonada’. No pudo ser, el equipo intentó batallar el partido para brindar los tres últimos puntos del año a su afición, pero la falta de concreción en ataque ha permitido al Mancha Real quedarse con los tres puntos en una tarde prácticamente estival.
El bochorno que se vivía en el Álvarez Claro pareció pesar a los jugadores de ambos equipos en un inicio algo espeso. Los azulinos buscaban, con la velocidad y electricidad de Kiu y Jairo, desmadejar la defensa mancharrealeña, hoy vestida de negro. Tanto el canario como el surcoreano tuvieron acercamientos de peligro, incluido un mano a mano del asiático, pero no se llegaron a concretar y el Atlético Mancha Real aprovechó la circunstancia para tomar ventaja en el partido. Los unionistas salieron algo más interesados por la victoria, pero después de media hora esa ilusión se fue difuminando en el tramo final del primer periodo ante la falta de carácter competitivo de este encuentro.
En el minuto 35 de partido, un centro visitante colgado desde el córner derecho acababa en la cabeza de Josema, que remataba en gol la jugada. Por segunda jornada seguida encajaba la U.D. Melilla un tanto a balón parado, algo que había sido una de las fortalezas de esta escuadra. Sin haber hecho mucho los de Rodolfo Bodipo en los primeros 45 minutos, se retiraban a la caseta con esta ventaja. Los mancharrealeños querían despedirse de la categoría con una victoria en un campo tan complicado como este y, finalmente, lo han conseguido.
Tras la reanudación, y en el minuto 50 de partido, los visitantes volvieron a aprovechar un despiste defensivo de los nuestros. Después de un buen balón filtrado tras una buena recuperación en tres cuartos de campo de los aceituneros, su punta Álvaro definía muy bien, poniendo el esférico lejos del alcance de Betancort. Duro golpe para un Melilla que, sin comerlo ni beberlo, se encontraba con una desventaja muy adversa.
Cabe destacar que el meta canario, que participaba por primera vez como titular en la 2016/17, realizó varias actuaciones de mérito, demostrando que la portería de la U.D. Melilla en este curso ha sido una de las mejor guardadas de la categoría.
Fue a partir de este momento cuando se empezó a estirar algo más la U.D. Melilla. Juan Moya daba entrada a Santi Luque y David Agudo, buscando dotar de algo más de movilidad en ataque al equipo. Una buena galopada de Pepe Romero en el minuto 61 suponía la primera ocasión clara de peligro en esta segunda mitad, pero el lateral melillense la cruzaba en exceso a su palo largo. Un poco más tarde sería David Agudo quien tendría otra oportunidad clara, también malograda.
Sin embargo, llegando al minuto 70 de partido, la bombilla de Jairo se iluminó, comenzó a conducir el balón hacia la frontal del área y, desde ahí, puso un balón franco para Santi Luque en el corazón del área, que no fallaba en el uno contra uno contra el meta Jesús López. Era el séptimo tanto de la temporada para el extremo malagueño cedido por el Tenerife, una cifra que le ha permitido ser el segundo máximo realizador del equipo tras el capitán Nacho Aznar, que ha anotado nueve.
De ahí al final, un asedio estéril de los azulinos, que en el poco tiempo que se ha podido disputar en un choque con muchas interrupciones han estado asediando sin éxito la portería defendida por Jesús López. Fueron varias las intentonas, entre ellas dos cabezazos de David Vázquez y Borja que se marcharon cerca. Ni la entrada de Sufian al final consiguió revertir el resultado.
Con esta derrota la U.D. Melilla dice adiós a una primera temporada de esta junta directiva bastante satisfactoria, en la que el equipo ha estado coqueteando con el playoff durante casi todo el año, y que ha finalizado con el premio de la presencia del equipo en la próxima Copa del Rey. No ha sido completa una fiesta que había comenzado con el merecido homenaje a los protagonistas del último ascenso del equipo, hace 30 años a una Segunda División ‘B’ que pretende abandonar el curso próximo.