- Después del tropezón del sábado en casa, el primero desde noviembre, los azulinos han vuelto a pisar el verde del estadio
- A falta de cuatro jornadas el club norteafricano se sitúa en quinta posición, a dos puntos de los puestos de liguilla
“No hay tiempo para llantos y lamentos, sólo para trabajar con aún más ilusión”. Estas palabras, pronunciadas por Juan Moya en la rueda de prensa posterior a la derrota frente a la Balona, parecen empezar a calar entre los futbolistas de la U.D. Melilla, que hoy se citaban a las diez de la mañana en el estadio para llevar a cabo su primer entrenamiento semanal.
Después de un día, más que suficiente, digiriendo la resaca del doloroso encuentro del sábado por la noche, los unionistas no tienen más tiempo para darle vueltas a su primer encuentro perdido desde el pasado 20 de noviembre. Esta mañana se han vuelto a vestir de corto para completar una sesión de entrenamiento regenerativo o compensatorio.
La tristeza ya se ha transmutado en pasión, coraje y orgullo. Los jugadores, aún convencidos de finalizar entre los cuatro primeros, comentan estar ya deseando poder viajar a Huelva y desquitarse de tan amargo trago con una victoria. Agua pasada no mueve molino.
Los jugadores melillenses han dividido su trabajo, al igual que cada lunes, según la participación de los mismos en el choque ante la Balompédica Linense. Después del habitual descanso de los martes, el miércoles comenzarán a preparar la táctica de cara al partido que va a disputarse el domingo a las 11:30 horas en el Nuevo Colombino.
Un mundo por delante
En el seno de la caseta azulina ha escocido, y mucho, la última derrota; pero son igualmente conscientes de que aún quedan 12 puntos por disputarse, y que dado lo igualada de la competición aún quedan muchas cosas por pasar. Parafraseando a Juan Moya, “no será hasta la última jornada cuando se decida todo”.
Después de la disputa de la 34ª jornada el club melillense vuelve a situarse en la quinta plaza, a dos puntos del Villanovense y del Mérida, que actualmente ocupan la tercera y cuarta plaza –respectivamente-. El Real Murcia, sexto clasificado, iguala a puntos al Melilla, mientras que el Marbella sigue un punto por debajo de esta dupla.
La semana que viene, aparte de la visita de los nuestros a Huelva, habrá un enfrentamiento directo entre rivales que se juegan mucho, el Villanovense y el Cartagena. Los primeros, que pelean la liguilla, buscarán hacer fuerte su feudo ante un Cartagena que aún está batallándole el campeonato al Lorca. El Marbella, por su parte, visita al siempre complicado Extremadura, el Murcia recibirá a El Ejido y el Mérida viajará a Córdoba para enfrentar al filial blanquiverde.
Está claro que todos los equipos se juegan mucho, los unos la gloria y los otros la salvación, no habrá rival ni destino fácil quitando algunas citas con clubes que puedan haber certificado su permanencia. Con salvadas excepciones, cada punto de los que restan de aquí al final del curso va a costar un mundo conseguirlos.
Teniendo en cuenta los enfrentamientos directos que aún restan y la gran cantidad de puntos que se van a perder por el camino de los aspirantes, podemos decir que la U.D. Melilla sigue teniendo en su mano el meterse en los playoff de ascenso.
Es el actual, sin duda, el tramo más importante de la temporada, cuando se verá de qué pasta están hechos los candidatos. En el debe de los azulinos, haber desaprovechado la oportunidad del sábado para afianzarse en el tercer puesto. En el haber, el voraz hambre del equipo para redimirse y conseguir entrar en la historia de la ciudad, el convencimiento en el trabajo de una temporada completa.