• La U.D. Melilla remonta en apenas 60 segundos a un Atlético Sanluqueño con diez jugadores y mucho corazón, y sigue enganchada a los puestos de cabeza
• Anotaron Borja Prieto y Cascón de penalti para neutralizar el gol de Mawi para los blanquiverdes

Los tres puntos del partido en Sanlúcar de Barrameda de esta mañana ya se encuentran a salvo en el zurrón azulino, ¡pero qué manera de sufrir la de los melillenses! Por segunda semana consecutiva, los azulinos vencían por 2 tantos a 1 a un rival de la zona baja de la tabla. Lo hacían in extremis, pese a haber estado en superioridad numérica casi todo el encuentro, y sin poder exhibir el juego al que normalmente nos tienen acostumbrados: rápido, directo y contundente. Lo positivo, sin lugar a dudas, es que al sumar de tres en tres continúan enganchados al vagón de cabeza, a tan sólo un punto de los puestos de playoff.

Este importantísimo y sufrido triunfo se fraguó en un minuto mágico, del 74’ al 75’ de partido, con sendos goles de Borja Prieto y Diego Cascón. Todo esto cuando el equipo melillense no había sido capaz de generar peligro hasta ese momento.

Expulsión determinante

El partido, al igual que pasaba en el último compromiso a domicilio de la U.D. Melilla, volvió a quedar determinado por una expulsión tempranera; pero esta vez dejando en superioridad numérica a los melillenses.

Apenas habían transcurrido diez minutos cuando, en un balón dividido, el carrilero zurdo Ezequiel no mide bien e impacta, con el pie muy alto, en el rostro de Nando, clavándole los tacos (según recoge el acta). El colegiado de la contienda, Guillermo Conejero Sánchez, no se lo pensó dos veces y dejó a los de Juanito con diez jugadores.

Hasta entonces, el dominio había sido eminentemente sanluqueño, y tan sólo un Dani Barrio muy inspirado pudo evitar que se adelantaran los franjiverdes hasta en dos ocasiones.

Nada más comenzar el duelo, llegó la primera del Atlético Sanluqueño. Con la defensa algo dormida, Alberto Fernández conectó un centro desde el lateral derecho hacia la cabeza de Mawi, que aguardaba libre de marca en el área pequeña melillense. La genial estirada del guardameta asturiano evitó que subiera el primer tanto al electrónico.

Tres minutos después de la primera llegada y con otra internada de peligro desde la banda derecha, esta vez de Dani del Moral, el Atlético Sanluqueño ponía de nuevo a prueba a Barrio. En esta ocasión, y con la colaboración de Alex Cruz, el chut del atacante local acabaría impactando en el larguero tras la intervención del arquero asturiano.

Los de Juanito, sin embargo, demostraron que no es por su intensidad y desparpajo que estén en lo más bajo de la tabla. Espoleados por su público, no muy numeroso pero sí muy implicado con el equipo, siguieron intentando abrir la lata en cada contraataque que montaban, finalizando prácticamente todas sus llegadas. Atrás, bien cerraditos, apenas dejaban a los azulinos alcanzar el área rival.

Aprovechando uno de los huecos dejados por la zaga blanquiverde, y tras un contraataque liderado por David Vázquez en el minuto 39, se dio la segunda jugada polémica del choque. El madrileño, que se marchaba sólo hacia el guardameta rival, reclamó ser derribado por el último defensor sanluqueño, pero el árbitro no señalaría ni libre directo.

Aunque los aficionados locales protestaron al término del encuentro la labor del colegiado, condicionados por la temprana expulsión de Ezequiel, los jugadores azulinos también le reclamaron a lo largo del encuentro al trencilla dicha posible roja –aparte de las dos que acabaría sacando- y hasta dos supuestos penaltis no señalados: uno cometido sobre David Cubillas y otro sobre Diego Cascón.

Cambios justos… y necesarios

Josu Uribe, que volvía a los banquillos tras cumplir una sanción de un partido, no quedó satisfecho con lo visto en la primera mitad, y ya al principio de la segunda parte (minuto 59’) decidió renovar su punta de ataque, cambiando a Nacho Aznar y a David Cubillas por Diego Cascón y Santi Luque, buscando mayor incisión.

Apenas llevaban estos jugadores un minuto sobre el campo cuando Carlos García tomaba el balón en la frontal del área unionista para ejecutar una falta. Su disparo rebotó en la barrera melillense, cayendo franco a los pies de Mawi, que aprovechaba la ocasión para poner el 1 a 0 en el marcador de El Palmar.

La Unión Deportiva Melilla, pese a llevar en superioridad numérica más de una hora, no acababa de encontrarse cómoda sobre el verde, por lo que Uribe decidió apretar la tuerca un poco más. En el minuto 70 dio entrada a Yurii, que salió hecho una exhalación al campo, dando alas al resto de su equipo, que apenas cuatro minutos más tarde empataban el encuentro. El técnico asturiano sacaba al capi Mahanan, incrustaba a Nando en el eje de la zaga y ganaba músculo, disparo y potencia en la medular.

De un córner botado por el centrocampista ucraniano, despejado en el primer palo por la defensa local, y atrapado en el segundo por Borja Prieto, salió el primer tanto de la escuadra norteafricana. El 8 de la U.D. Melilla, que ha disputado todos los minutos hasta la fecha, enganchó un derechazo inapelable que acabó entrando por la escuadra derecha de Manu.

Después de tanto nadar, el Atlético Sanluqueño sintió la presión de la igualada, de los quince minutos que aún quedaban y le temblaron las piernas. Del saque de centro local y un robo azulino, nació un genial contraataque que acabó con Santi Luque en el área rival, quebrando con el cuerpo al capitán sanluqueño, Dani, que llegó tarde y acabó barriendo con estrépito al malagueño.

El penalti fue ejecutado y transformado por Diego Cascón, que colocó el esférico lejos del alcance del meta franjiverde, a pesar de que, a priori, había adivinado la trayectoria del mismo.

En los últimos quince minutos de juego se vio a una U.D. Melilla diferente, más parecida a lo que está acostumbrada a ser. El segundo gol de Diego, tras un minuto de éxtasis, concedió a los unionistas la tranquilidad y el alivio que necesitaban. Las sustituciones dispuestas por Uribe acabaron de dar el aire que precisaba en aquel momento el conjunto de la ciudad autónoma.

Una postrera expulsión de Dani, en el minuto 89, no hizo sino dinamitar las escasas esperanzas de remontada de los de Juanito. Con nueve y en puestos de descenso, pero con la cabeza bien alta, el Atlético Sanluqueño se retiraba a vestuarios después de un partido notable de sus futbolistas, que plantaron cara en todo momento al Melilla.

Los de Josu Uribe se colocan en quinta plaza, con 20 puntos de los 33 disputados, a un crédito de los puestos de liguilla. En esta jornada, casi todos los equipos de arriba habían ganado, con la salvada excepción del Marbella, por lo que se hace doblemente importante esta sufrida victoria

Con dos victorias en los dos últimos partidos, intentarán mejorar la racha este miércoles, en el partido de la jornada intersemanal de 2ªB que se disputará en el Álvarez Claro. Será a las 21 horas y frente al Extremadura, en otro partido trampa ante el colista de la categoría.

Por su parte, el que está a la espera de conocer si podrá disputar dicho duelo es Alex Cruz, que hoy vio su quinta tarjeta amarilla de la temporada y ya aguarda la decisión del Comité de Competición.

FICHA TÉCNICA

ATLÉTICO SANLUQUEÑO C.F.: Manu, Alberto Fernández, Ezequiel, Dani (c), José, Sana, Dani del Moral (Alberto Jiménez, 84’), Carlos García (Antonio Jesús, 80’), Borja, Mawi y Carri.

U.D. MELILLA: Dani Barrio, Alex Cruz, Jilmar, Mahanan, Sergio Sánchez, Nando, David Vázquez, Borja Prieto, Rubén Sánchez, Nacho Aznar (Santi Luque, 56’) y Cubillas (Diego Cascón, 56’).

ÁRBITRO: Guillermo Conejero Sánchez, del Colegio Extremeño, expulsó al blanquiverde Ezequiel con roja directa en el minuto 10’ y por doble amarilla a Dani (75′, 89′); y de entre las filas azulinas a Alex Cruz (39’, acarrea suspensión), Sergio Sánchez (59′) y Diego Cascón (72′).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a las 11ª Jornada de liga del Grupo IV de la 2ªDivisión B, disputado en el Estadio de El Palmar de Sanlúcar de Barrameda. El fuerte viento de levante vivido en la jornada anterior se amainó durante la hora del encuentro, que se celebró ante unos 600 espectadores.