Importante y valioso triunfo de la UD Melilla ante el Lucena en un partido enmarañado que se decidió en una acción aislada que supo aprovechar Nacho Aznar a la perfección. El encuentro fue muy disputado, aunque no se vieron ocasiones demasiado claras por ningún bando. Ni Munir ni José Ramón tuvieron que realizar intervenciones de mérito durante todo el choque. Las bajas hicieron mella en ambos conjuntos, y las condiciones climatológicas tampoco acompañaron para poder disfrutar de un buen espectáculo.
Aun así, los hombres de Juan Moya cuajaron un encuentro muy sólido, serios en defensa e intentando generar ocasiones en ataque. Guille Roldán y Sufian se mostraron muy laboriosos, mientras que la presencia de Fran Miranda volvió a ser clave en la medular. El control de la primera parte se repartió entre los dos equipos. Ninguno llegó a hacerse con el dominio del balón, y el exceso de centrocampismo acabó extinguiendo los primeros 45 minutos con el resultado inicial. El único tanto del partido llegó en la segunda mitad. Una buena jugada por banda de Guille Roldán acabó en un centro del cordobés al segundo palo. Richi logró rematar al segundo intento, y el rechazo de José Ramón lo aprovechó Nacho Aznar para subir el 1-0 al marcador. A partir de ahí, los lucentinos se volcaron en busca del empate, aunque los azulinos supieron aguantar y contemporizar el choque en el tramo final. Chota se marchó con molestias para ampliar la mala racha de lesionados, pero el resultado sería inamovible. Manolo rozó la sentencia en una gran jugada con Sufian, pero su disparo mordido se marchó por poco. Con el Lucena ya entregado, llegó el pitido final y los tres puntos se quedaron en el