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Un golazo de Jordan Hernández coloca al equipo con 31 puntos y llega así el primer triunfo con Miguel Rivera en el banquillo
La Unión Deportiva Melilla ha dado un paso hacia la tranquilidad con su victoria por 0-1 ante el Atlético Levante. El solitario tanto de Jordan Hernández se traduce en tres puntos importantísimos, para sumar 31, y alejarse un poco de la zona de peligro. Gran partido del equipo de Miguel Rivera, que suma su primer triunfo, y hoy ha luchado contra un gran equipo y las inclemencias del tiempo.
En el arranque del choque hubo un claro protagonista: el agua. Intensa lluvia que cargaba en exceso el perfecto césped de la Ciudad Deportiva de Buñol y que condicionaba el partido, con balones largos y con un juego más físico. Esto deparaba ocasiones alternas para ambas escuadras y dejaba ver que el balón parado podía se decisivo.
Así llegaba el tanto de Jordan Hernández en el minuto 35 de partido. La zurda de José Antonio ponía un balón perfecto al área granota y por allí aparecía el lateral canario para peinarlo hacia atrás y colocar el esférico en la misma escuadra.
Antes se habían dado oportunidades para los locales. Al cuarto de hora el propio Jordan tenía que barrer una pelota que llevaba camino de gol. O en el 42, cuando Arasa tuvo otra gran ocasión, pero cruzó en exceso. Por parte azulina Borja y Chabboura tuvieron las suyas, pero sus lanzamientos no encontraron premio en el 20 y en el 32.
En el segundo tiempo el Levante dio un paso al frente, tomó las riendas del duelo y el Melilla sufrió más. Pero todo el equipo, sustentado por un gran Pol Ballesté y una gran defensa, aguantó.
A la hora de juego tuvo que intervenir el meta catalán para evitar que un buen disparo de Pulpón se colara en su portería. Atacaban los granotas, pero en las contras había peligro visitante. Rubén del Campo, nada más salir, estuvo a punto de liarla con un buen disparo. Y luego, a quince del final, Fran Núñez tuvo otra ocasión clara sin acierto. Y otro lanzamiento cruzado de José Antonio, a siete del final, se fue rozando el palo. Sobre la bocina, con el corazón de los azulinos desbocado, los porteros fueron protagonistas. Primero Picón evitó el gol de Asier Parra y en la siguiente jugada Ballesté desbarató la ocasión clara del Levante.
En definitiva, gran triunfo y vuelta a la senda de las alegrías, puesto que no se ganaba desde el 30 de enero. Ahora toca ya pensar en el P. El Ejido.
AUDIO DE MIGUEL RIVERA