Desde muy pequeños los niños nacen con una ilusión y un sueño en la mente y muchos repiten lo mismo, “yo quiero ser futbolista papá, yo quiero ser futbolista”. Quique Alonso era uno de ellos con una salvedad muy grande, él quería ser futbolista… pero del Melilla. De su U.D. Melilla. Eso es lo que lo diferenciaba.
A partir de ahí fue creciendo, entrenando, luchando hasta llegar al primer equipo para hacerse un sitio y no abandonarlo hasta su retirada.
Pasaron muchos jugadores por el club, pero él siempre luchaba con esa humildad que le caracterizaba para seguir compitiendo e intentar que nadie le quitara el sitio, pero siempre con los valores del compañerismo y la solidaridad por bandera.
Esos valores antes mencionados, más constancia, trabajo, ilusión, dedicación, esfuerzo, sacrificio… hacen que no haya mejor espejo en el que mirarse para todos los niños que quieran vestir el escudo unionista. Por esto y muchas otras cosas, esta Escuela lleva el nombre de nuestro gran capitán Quique Alonso.