“Me he dejado todo por el club, me voy con la conciencia tranquila”, con estas palabras se ha despedido el guardameta del que ha sido su club durante los últimos cuatro años
Dani Barrio y la Unión Deportiva Melilla han alcanzado hoy un acuerdo económico para la resolución de su contrato. El meta asturiano, tras cuatro temporadas y 150 partidos disputados, se despide de la afición azulina. Lo ha hecho en una emotiva rueda de prensa en la que ha querido expresar todo lo que siente en un día muy difícil para él. Tristeza y felicidad, sentimientos que también se reflejan en los integrantes del club que le han acompañado en su adiós.
Antonio García Jáuregui, vicepresidente azulino, así lo ha reflejado en el arranque de su comparecencia ante los medios de comunicación: “Es un día triste, por un lado, y feliz, por otro. Perdemos un extraordinario futbolista y una extraordinaria persona, pero estamos contentos por el salto que da y que tiene que aprovechar. Seguiremos tus pasos”.
Pero el auténtico protagonista ha sido el cancerbero asturiano. “Hoy no estoy en zona de confort. Estoy nervioso, con sensaciones encontradas. Me pasa el tren que no me va a pasar en los próximos años, es una oportunidad única de ir a Segunda con el Numancia. Pero hoy me quiero quedar con los cuatro años que he pasado en Melilla. Me quedo con los directivos, con el presi, con Dupi, que confío en mí desde el primer día, con todos los cuerpos técnicos de estos años, con los compañeros, con la gente que se queda en Melilla… Me han hecho sentir como en mi segunda casa”, ha expresado Dani Barrio ante las cámaras.
Ha hecho memoria y con nostalgia ha explicado que “hemos sufrido de todo. Desde empezar el primer día sin haber nada, a ver como el club ha ido creciendo”. Y ha tenido un mensaje claro para la que ha sido su afición: “Espero haber estado a la altura de lo que se me exigía. Me he dejado todo por el club, me voy con la conciencia tranquila. Hay un acuerdo beneficioso para las dos partes. Yo pongo dinero de mi bolsillo para poder salir, y creo que el Melilla se merece una compensación económica”.
“He crecido como persona, me dejo aquí muchos amigos, familia…” y con estas palabras ha tenido que detenerse embargado por la emoción. “Si me olvido a alguien, pido disculpas (…) y quiero pedir perdón si alguien se ha sentido ofendido con mis opiniones”. Y reconoce que se va dejando mucho: “Voy a echar de menos el día a día de Melilla. Dejo aquí a mi novia, mi familia política…”.
En respuestas a la prensa también ha explicado su cambio como jugador desde que llegó hace cuatro años. “Venía de Segunda de no jugar y al final he aprendido mucho. Abajo se sufre y se aprende, y sobre todo me ha encantado crecer con el club, ese sentimiento de proyecto, creer que se puede luchar por el ascenso, que se puede…”.
Cuelga la camiseta azulina con 150 partidos disputados y añade que “Ojalá hubieran sido 152 y jugar en Segunda División aquí. Es lo que todos queríamos. En la vida del fútbol siempre he ido por el camino largo y no se me va a olvidar ninguno de los 150 partidos”. Y apostilla: “Si salía de aquí solo era para salir a Segunda”.
Por último, ha dejado grabado cuáles han sido sus mejores recuerdos en el césped. “¿El mejor? Hay tantos buenos recuerdos. La permanencia del primer año, esos seis meses finales son los que más he disfrutado a pesar del sufrimiento. Estuvimos a punto de descender y el alivio final salvar categoría… Y este año, traer al Real Madrid, llenar el Álvarez Claro, los últimos partidos de playoff… La gente se tiene que enganchar al equipo de su ciudad, seguir peleando, se puede subir y es muy bonito defender al equipo de tu ciudad”.
¡Suerte y gracias Dani!