La Unión Deportiva Melilla nace en el arranque de 1943, concretamente el 6 de febrero, pero para entender su nacimiento y su posterior evolución hay que remontarse a años anteriores. En las siguientes líneas os contamos como ha sido la evolución de nuestro club, el Decano de la Segunda División B.
Melilla, a comienzos de la década de los años 30 del pasado siglo XX, contaba con cuatro equipos en la élite del fútbol local: Melilla C.F., Sociedad Deportiva Melillense, Deportivo Español y La Hípica.
En enero de 1931, Ceuta había creado la Federación Hispano Marroquí de Fútbol, a la que Melilla se uniría dos años más tarde, en 1933, iniciándose así los Campeonatos de Marruecos que se jugaban en dos fases, Oriental y Occidental, enfrentándose los campeones de cada zona en una fase final, obteniendo el título de campeón de Marruecos.
Sin embargo, la Guerra Civil Española trastocó esta rutina hasta la finalización de la misma en 1939. Finalizada la contienda, los equipos de la zona occidental, Ceuta y Escuela Hispano Árabe de Tánger, quizás favorecidos por la cercanía con la Península y la ubicación en Ceuta de la Federación, se integraron en el Grupo V de Segunda División. Era la temporada 1939-40.
Melilla no se vio beneficiada y continuó disputando el Campeonato de Marruecos en su fase oriental. De los cuatro equipos que iniciaron el campeonato en los años treinta, desapareció el de La Hípica y su plaza la tomó la Juventud Sindical de Nador. En la zona occidental, otro equipo se unía a las categorías nacionales, el Atlético de Tetuán.
Así las cosas, quedaba claro que, si Melilla quería alcanzar la categoría nacional del fútbol español, debía unificar sus esfuerzos y construir un solo equipo.
El día 17 de enero de 1943, se jugó en el Campo de la Hípica el último partido del Campeonato de Marruecos entre los ya unidos Juventud-Español y Melilla F.C.
El 29 de enero de 1943, el diario El Telegrama del Rif publicaba lo siguiente: “El equipo único de fútbol de Melilla es un hecho”. Las negociaciones habían llegado a buen fin.
El sábado 6 de febrero de 1943 nacía la Unión Deportiva Melilla. Se formaba la primera junta directiva, cuya presidencia recayó en el industrial melillense don Pedro Cabanillas Chica, adoptando el color azul para su camiseta y el blanco para los calzones.
Su debut oficial se produjo el 21 de marzo de 1943, en partido de clasificación para el Campeonato de Marruecos. El rival fue el C.D. Africano, al que venció por 5 goles a 1. La U.D. Melilla acabó el campeonato clasificatorio consiguiendo el título de campeón sin perder un solo partido
La primera alineación azulina la formaron Quiles, Bascuñana, Errazquin, Juanillo, Puig, Parrilla, Álvarez, Arraiz, López, Valdelló, y Perea, y su entrenador era el internacional Ramón Zabalo.
Ese mismo año, en agosto, el alcalde, Rafael Álvarez Claro, y el presidente del club, Pedro Cabanillas, estuvieron negociando en Madrid la inclusión del equipo en categoría nacional sin conseguirlo. Jugaba en su contra la lejanía con la Península y la falta de un barco diario o que, al menos, saliera desde Melilla la madrugada de los domingos. Al no conseguir el objetivo, el 17 de octubre de 1943 se inició el Campeonato Regional Marroquí con la participación de los equipos: Villa Nador, Tánger, Larache, Villa Sanjurjo, Unión África Ceutí y U.D. Melilla.
El 2 de enero de 1944, la U.D. Melilla se proclamaba campeón de Marruecos, obteniendo así el derecho a jugar la fase de ascenso a la Tercera División del Fútbol Nacional y, de paso, alcanzado su primera participación en la fase previa de la Copa del Generalísimo. En esta competición el equipo melillense eliminaría en primera ronda al Atlético Tetuán, para caer en la segunda contra el Córdoba.
En el mes de junio de 1944, llegaba la ansiada fase de ascenso. La U.D. Melilla eliminaba en primer lugar al Electromecánicas de Córdoba, campeón regional de Andalucía, y en la segunda y última ronda eliminaba al Hércules de Cádiz, último clasificado del Grupo III de la Tercera División. El día 25 de junio de 1944 Melilla conseguía el objetivo de jugar al fútbol en categoría nacional, hecho que tendría lugar el 24 de septiembre de ese mismo año al enfrentarse en la Línea de la Concepción a su equipo titular, la Balompédica Linense.
Antes, en el verano de ese año de 1944, la U.D. Melilla disputaba un partido importante en el Campo de La Hípica, para cumplir una regla no escrita de la época, en la que el novato elegía padrino a modo de bautizo de la nueva categoría. El elegido fue el Real Madrid, que jugó dos partidos los días 16 y 18 de julio.
En su segunda temporada, la de 1945-46), ya en Tercera División, un nuevo y extraordinario avance se producía en el fútbol melillense, la inauguración el día 9 de septiembre de 1945 del Estadio Municipal de Deportes, meses después rebautizado como Estadio Álvarez Claro en honor al alcalde impulsor del mismo.
Para su inauguración se invitó al Atlético de Aviación, que no era otro que el actual Atlético de Madrid que, obligado por los problemas económicos y de plantilla derivados de la Guerra Civil, se fusionó con el Aviación Nacional.
Desde el inicio en la temporada 1944-45, el campeonato de Tercera División se jugaba en tres fases: Regular, Intermedia y Final, para poder ascender a la Segunda División. La U.D. Melilla consiguió jugar la Fase Intermedia en la temporada 1945-46 y la Fase Final en las temporadas 1946-47 y 1947-48, pero sin conseguir el ansiado ascenso.
En la temporada 1948-49, la U.D. Melilla, jugaba por primera vez un encuentro amistoso en el viejo Chamartín frente al Real Madrid, que le venció por 4 a 0. Preludio quizás del desastre que se acercaba, finalizada esta temporada el equipo melillense descendía a la categoría regional.
Tras el gran esfuerzo económico realizado por la ciudad, no se podía consentir que la U.D. Melilla descendiera a categoría regional. El alcalde se puso en contacto con la máxima autoridad del Protectorado, el teniente general Varela, Alto Comisario de España en Marruecos, y entre ambos consiguieron una ampliación de la Tercera División, evitando el descenso del equipo.
No se limitó Álvarez Claro a lo conseguido. En el mes de junio de 1949 aceptaba la presidencia de la U.D. Melilla y bajo su mando se construía uno de los mejores equipos de la historia del fútbol melillense. Su junta directiva, formada por veintidós directivos, nombró seis presidentes honorarios, incluido él, diez vicepresidentes honorarios y cinco vocales honorarios. Además, la ciudad se volcó con el proyecto y se superaron los cuatro mil socios.
A finales del mes de agosto de 1949, nos visitaba el Sevilla C.F. para jugar dos partidos amistosos de pretemporada. En el primero, vencía el conjunto sevillano por 5 a 3, pero en el segundo partido, disputado el martes 30 de agosto, la U.D. Melilla vencía al Sevilla C.F. por un contundente 7 a 2. El trofeo, donado por el alcalde, que en principio era para el equipo que más goles sumara en los dos partidos, le fue entregado al conjunto de Nervión. Esto motivó que un empresario local, don Manuel Erades, propietario de Publicidad ELI, en carta publicada en El Telegrama del Rif el 31 de agosto, abriera una suscripción popular para comprar otro trofeo y le fuera entregado al verdadero ganador de los dos partidos. La iniciativa fue todo un éxito y, para mayor escarnio del conjunto sevillano, la entrega se produjo el día 18 de septiembre, aprovechando la visita a Melilla del Real Betis Balompié, con motivo del partido de Liga de la Tercera División de la temporada 1949-50. sí, el Betis militaba ese año en esa categoría, y también cayó derrotado por 2 a 0.
En marzo de 1950, la compañía de alta comedia de la actriz María Fernanda Ladrón de Guevara vino a actuar al Gran Teatro Cine Nacional. Entre las distintas obras de teatro que se sucedieron a lo largo de varios días hubo una que tuvo carácter benéfico, en que la recaudación íntegra fue en beneficio de la Asociación General de Caridad. El alcalde, don Rafael Álvarez Claro, le impuso la Medalla de Plata de la Ciudad y la nombró presidenta de honor de la Unión Deportiva Melilla, siendo hasta la fecha la única mujer que ostenta esta distinción.
El día 13 de abril de 1950, la U.D. Melilla volvía a Chamartín para disputar otro partido amistoso contra el Real Madrid. En esta ocasión, y pese a perder por 7 a 4, recibió los unánimes elogios de la prensa de Madrid por su buen juego.
El 29 de junio de 1950, el máximo exponente del fútbol melillense, nuestra U.D. Melilla, lograba el ascenso a la Segunda División del fútbol español al vencer al C.D. Toledo por 5 a 1 en el último partido de la fase de ascenso, disputado en el Estadio Álvarez Claro. En esta ocasión, el sistema de ascenso fue el de liguilla a dos vueltas entre los equipos Imperial de Murcia, C.D. Tenerife, U.D. Las Palmas, S.D. Ceuta, C.D. Toledo y U.D. Melilla.
El día 26 de enero de 1951 quedaría enmarcado con letras de luto para toda la vida en el fútbol melillense. La U.D. Melilla, que se desplazaba en autobús hacia Alicante para embarcar desde allí a Palma de Mallorca, donde debía disputar su partido de liga contra el equipo titular de la isla, sufrió un accidente de tráfico a la salida del pueblo granadino de Loja.
Un camión de gran tonelaje, que provenía de Elche, chocaba y hacía dar una vuelta de campana a ‘La Rubia’ (así apodaban los futbolistas al autobús melillense, propiedad del club). Como consecuencia del accidente fallecieron los jugadores Martín y Mamblona y el masajista Manolo Salvador. También resultó herido grave el defensa García Valle, que se recuperaría sin problemas de las heridas sufridas en un ojo.
La noticia tuvo alcance internacional y el fútbol se solidarizó con el equipo melillense guardándose un minuto de silencio en todos los partidos celebrados en los campos de fútbol españoles, entre otras muestras de solidaridad. Dos semanas más tarde, en Valencia, el equipo titular de la ciudad, el Valencia C.F., celebraba un partido amistoso en homenaje a las víctimas del equipo melillense. El F.C. Barcelona prestó a su estrella, el húngaro Kubala, que se alineó reforzando a la U.D. Melilla.
Mucho le costó rehacerse al equipo melillense del tremendo mazazo que supuso el accidente de Loja. Muchas promesas fueron las recibidas para reorganizar el equipo, pero la realidad fue que solo se reforzó con Martínez Catalá, ex jugador del Español de Barcelona, un veterano que se había retirado esa temporada. Aun así, el equipo se fue rehaciendo y no tenía perdidas todas sus opciones de ascenso a Primera División cuando llegó el partido de liga de la segunda vuelta que nos enfrentaba al Atlético de Tetuán. Con serias opciones de alcanzar la máxima categoría, el partido finalizó con victoria de los tetuaníes, pero algo raro circuló en el ambiente, respecto a una victoria en la que se daba la circunstancia de que pudo haber algún tipo de entendimiento entre los presidentes de los dos equipos, ambos pertenecientes a una familia con implantación en varias ciudades del Protectorado. La única realidad fue que días después del partido el entrenador Solé y el presidente del club melillense presentaron la dimisión de sus cargos, y el Atlético Tetuán ascendió a Primera División y se llevó a los melillenses Juanito Moreno, Rafael Muñoz ‘Gordillo’ y a Martí Jimeno, catalán que jugó en Melilla durante su servicio militar. Otro melillense, Ramoní, había dejado Tetuán para fichar por el Sevilla C.F.
En la temporada 1951-52 sucedía otro episodio extraño. El domingo 13 de enero de 1952, en partido de liga de Segunda División, la U.D. Melilla, tercer clasificado en ese momento, recibía en el Estadio Álvarez Claro la visita del C.D. Málaga, primero en la tabla. El partido levantó la máxima expectación para los aficionados de ambas ciudades, se trataba de un partido vital para las aspiraciones de ascenso a Primera División de ambos. De Málaga se desplazaron centenares de aficionados que fletaron un barco especial, el J.J. Síster, apodado el ‘Barco Botijo’.
El partido se celebró en medio de un descomunal aguacero. Al finalizar la primera parte, el resultado era favorable a la U.D. Melilla por 4 a 1. Ni los más pesimistas pensaban que el resultado final sería de 4 a 5 a favor del C.D. Málaga. Los malagueños finalmente ascenderían a Primera División.
No hubo ascenso, pero sí buen juego y eso motivó que, por ejemplo, en 1952 se disputara un amistoso en el mes de marzo, en el campo de Las Corts, frente al F.C. Barcelona, partido que se perdió por 11 a 2. Y en noviembre del mismo año, jugó en el campo del Metropolitano frente al Atlético de Madrid, encuentro que finalizó con el resultado de 3 a 2 a favor de los madrileños. En ese Melilla daba sus primeros pasos José García Castro, ‘Pepillo’.
En el mes de diciembre de 1952, el melillense Ramoní debutaba con la Selección Española absoluta. Jugaba dos partidos, el primero contra Argentina, con el resultado de 0 a 1 a favor de los argentinos, y contra Alemania, con resultado de empate a dos.
La temporada 1953-54 sería la última de la U.D. Melilla en Segunda División. La tragedia del accidente de Loja, y los episodios de Tetuán y Málaga, habían marcado sin duda el devenir del club, aquejado además por su mala situación económica.
En enero de 1954, se producía el traspaso al Sevilla F.C. de José García Castro, ‘Pepillo’. Una de las condiciones de la transacción fue la de jugar un partido amistoso en Melilla y dicho encuentro se llevó a cabo en el mes de marzo. En las filas del conjunto sevillano se alinearon Pepillo y Ramoní, los dos melillenses que más galardones han conseguido en el fútbol de nuestra ciudad hasta la fecha.
Ramoní fue por dos veces internacional “A” con España, más una con la selección “B”, y Pepillo, aunque sólo alcanzó la internacionalidad con el equipo “B” de España, lo hizo en nueve ocasiones y, además del Sevilla, jugó en el Real Madrid, River Plate, R.C.D. Mallorca y C.D. Málaga.
La desgracia del descenso a Tercera División no vendría sola. En la temporada 1954-55 la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol convertía a esta categoría en amateur y regional, desaparecía el profesionalismo y se reducían las distancias en los desplazamientos. La pretensión de la medida no era otra que abaratar los costos y evitar la ruina y desaparición de los clubes menos poderosos económicamente. Esta medida convertía al Grupo XIII de la Tercera División, en el que militaba la U.D. Melilla, en una competición formada por equipos norteafricanos, lo que la convertía de hecho en una liga regional, con la única participación nacional en el caso de conseguir la clasificación para jugar la fase de ascenso.
Con la independencia de Marruecos en la primavera de 1956, la Federación de Fútbol Hispano Marroquí se quedaba en tierra de nadie. Las plazas de Segunda División que ostentaban el Atlético de Tetuán y el España de Tánger fueron asignadas a Ceuta y Melilla. La de los tetuaníes fue para los caballas, que les permitió competir como Atlético de Ceuta. A Melilla le correspondió la del equipo tangerino, pero había que asumir la deuda de éstos que ascendía a unos cuatro millones de pesetas. Al no hacerse cargo Melilla de esa deuda, la plaza fue asignada a Algeciras, que accedió a Segunda División como España de Algeciras.
Este nuevo varapalo llevó a la desaparición de la UD. Melilla, que disputaba su último partido de liga en el Estadio Álvarez Claro el 29 de abril de 1956 frente al Atlético Almería, encuentro que finalizaba con 0 a 1 a favor de los almerienses. Triste final para un proyecto de ciudad que duró desde 1943 a 1956.
Desaparecida la U.D. Melilla, la temporada 1956-57 coincidió con el ascenso a Tercera División del C.D. Tesorillo, que pidió y obtuvo por parte de la Federación el cambio de nombre y equipación. Así renacía el Melilla C.F. y volvía la camiseta a rayas rojinegra. El 28 de agosto de 1960, con la llegada a la presidencia de don José Torcello, se recuperaría el color azul y el pantalón blanco.
Año 1987, año de alegría para el fútbol melillense. La U.D. Melilla debutaba con empate a cero frente al Olímpico de Játiva el 30 de agosto y acabó esa temporada clasificada en séptima posición en la recién creada Segunda División B.
La temporada 1989-90, la tercera que se disputaba en la todavía nueva categoría, puso al descubierto lo injusto de un sistema de ascenso que solo beneficiaba al equipo campeón, el único que ascendía a Segunda A, sin más opciones para los demás. En esta temporada, dos equipos se destacaron desde el comienzo sobre el resto, el Albacete y la U.D. Melilla.
Mantuvieron la lucha por el primer puesto durante toda la competición y, a pesar de que el Melilla venció al Albacete en los dos partidos de la fase regular, fue el equipo manchego, entrenado por el entonces novato Benito Floro, el que quedó primero y logró el ascenso a Segunda División.
La consecuencia de dejar sin recompensa a los demás competidores trajo consigo una reforma del sistema de ascenso presentada por la Comisión de Clubes de Segunda B. La propuesta, que se aprobó para ser implementada en la temporada 1990-91, fue la de que los cuatro primeros clasificados de los cuatro grupos jugaran una liguilla para dilucidar el ascenso de categoría.
En la temporada 1998-99, la U.D. Melilla se proclamaba por vez primera campeón del Grupo IV de Segunda B, lo que le otorgó el derecho a participar en la fase de ascenso a la Segunda División. La liguilla la disputaron Universidad de Las Palmas, Burgos C.F., Elche C.F. SAD y el equipo melillense. El equipo ilicitano fue finalmente el que consiguió ascender a la división de plata.
Finalizando la década de los noventa, llegaba otro hecho histórico para el club, en este caso en la Copa del Rey. La U.D. Melilla, después de quedar exento en la primera eliminatoria, vencía a la Balompédica Linense en partido único jugado en tierras gaditanas y accedía a la siguiente ronda. Así se enfrentaría a todo un clásico de la Primera División del fútbol español, el Athletic Club de Bilbao. La eliminatoria, celebrada a doble partido, tuvo como primer escenario el Estadio Álvarez Claro, en el que el resultado fue de empate a dos. El partido de vuelta, jugado en el antiguo e histórico campo de San Mamés, fue emocionante. La U.D. Melilla, después de adelantarse en la primera parte con un 0 a 2, terminó perdiendo el encuentro por el resultado final de 3 a 2. Este histórico enfrentamiento produjo, como es natural, numerosas anécdotas. Quedémonos con una, el titular del diario Marca que en su crónica del segundo partido: “Melilla dijo adiós a lo grande, ovación de San Mamés”.
En el mes de agosto de 1979, gracias a la iniciativa de otro prohombre del fútbol melillense, Ginés Adán, presidente de la junta gestora, el Gimnástico Melilla cambiaba de denominación y retomaba el histórico nombre de Unión Deportiva Melilla.
En 1982, año de la celebración en España del Mundial de Fútbol, la U.D. Melilla militaba en Tercera División. En el mes de febrero de recibía el Estadio Álvarez Claro recibía la visita de la Selección de Rusia, que se encontraba en Málaga preparando su participación en el Mundial de Naranjito. Los soviéticos vencieron por 3 a 1 a un entusiasta equipo azulino, que mantuvo el empate a uno hasta el minuto 65 de la segunda parte.
En 1986 la Federación Española de Fútbol realizaba una nueva reestructuración de la categoría nacional, creaba la Segunda División B, con cuatro grupos de veinte equipos, al que accederían entre otros los cuatro primeros clasificados de los diferentes grupos de Tercera División. Un solo equipo de Melilla, la Unión Deportiva, participaba en la temporada 1986-87 en el Grupo IX, consiguiendo el ascenso de categoría al quedar clasificado en tercer lugar, por detrás de Linares y Atlético Marbella, y delante del C.D. Ronda, cuarto clasificado. Por fin se producía un salto cualitativo y se abandonaba la Tercera División.
Vinculado con nuestro estadio y con uno de nuestros futbolistas históricos, hay que reseñar lo ocurrido el día 23 de octubre de 2001. La Selección Española Sub-19 jugaba en Melilla un partido clasificatorio para el Campeonato de Europa. En el participó el joven jugador melillense Nacho Aznar y se venció por 6 a 0 a la Selección de Armenia.
En todo el caminar histórico de la U.D. Melilla por la Segunda B solo una campaña, la 2000-01, ha sido realmente delicada, al tener que jugar la fase de permanencia contra el Beasaín. Afortunadamente se logró mantener la categoría al vencer en eliminatoria única a doble partido al equipo vasco.
En la temporada 2003-04, por primera vez una mujer, Mª Cruz Escribano, formó parte de la junta directiva de la U.D. Melilla que presidía Paco Benítez.
En la temporada 2016/17 se produjo un nuevo cambio en la directiva de la U.D. Melilla. El empresario Luis Manuel Rincón se hacía cargo de la presidencia. La entidad pasaba por momentos delicados tanto en el plano económico como deportivo. En el primero de los casos la situación se ha ido solventando y está garantizada la viabilidad del club. Y en lo deportivo, su primera temporada finalizó con el equipo en sexta posición, fue quinto en la segunda y en este último ejercicio, 2018-19, se alcanzó la semifinal de ascenso tras concluir la liga regular en tercera posición.
El resultado de la segunda temporada de Rincón, ese quinto puesto, le otorgaba el derecho de participación en la Copa de S.M. El Rey. Y acabaría alcanzando un hito histórico para el club y la ciudad.
Después de salvar tres eliminatorias previas ante Yeclano Deportivo, C.D. Tudelano y Ontynient C.D, el bombo del sorteo nos depararía una cuarta eliminatoria ante el denominado mejor club de fútbol del Siglo XX, el todopoderoso Real Madrid.
Como no podía ser de otra manera, la visita a Melilla del equipo merengue supuso todo un acontecimiento de magnitud incalculable para una ciudad a menudo castigada por noticias menos positivas y agradables.
La temporada 2019-20 fue un antes y después tanto para el club como para la competición. A causa de la pandemia de COVID-19 en España, se congelaron los descensos ocasionando que haya más equipos en Segunda División B que plazas disponibles para la temporada 2020-21.
Con nuevos formatos en el sistema de competición, los unionistas pasaron estos primeros años con altibajos donde lograban mantener la categoría en la fase de permanencia. En la temporada 2021-22, con la vuelta al banquillo azulino de Miguel Rivera, el equipo logra salvarse a final de temporada quedando en la novena posición.
La temporada 2022-23, bajo la estela de Miguel Rivera, se consiguió un ascenso histórico. donde quedó campeón del grupo V de la Segunda Federación (66 puntos), dando derecho al ascenso directo a 1ª RFEF. A lo largo de la temporada se consiguió una serie de récords que se quedan grabados en la historia azulina: imbatibilidad el Álvarez Claro, equipo menos goleado en la temporada (14 goles en contra). Dichos registros hicieron que el fenómeno de la Unión Deportiva Melilla genere una gran expectativa en su primera temporada compitiendo en la Primera Federación.
Con una gran ilusión en su debut en la nueva categoría, los unionistas lograron competir contra equipos históricos como el Recreativo de Huelva, Málaga CF, Castellón CD, Córdoba CF. Sin embargo, las opciones de la permanencia azulina se fueron diluyendo conforme pasaba la temporada. Sucesos como el paso de tres entrenadores en el banquillo unionista, una eliminatoria épica ante el SD Eibar en la Copa del Rey donde el equipo cayó en los penaltis. Finalmente la UD Melilla descendió de categoría. Un paso por la tercera categoría donde fueron de menos a más, logrando acabar la temporada con 9 victorias, 7 empates y 22 derrotas.
Sin embargo, este paso por la categoría de bronce del fútbol español sólo ha hecho que el equipo siga con la ambición de volver lo antes posible al lugar donde la afición y la ciudad merece.