- El primer y tercer clasificado del Grupo IV se enfrentan mañana en el Álvarez Claro en lo que se prevé un partidazo
- Se medirán las dos mejores defensas del campeonato
- Ruano, única baja azulina por sanción
Vuelve el fútbol a Melilla. Hace apenas semana y media que se fue, pero dado el alto grado de interés que actualmente genera el equipo azulino en la ciudad autónoma es bastante tiempo. Sobre todo porque mañana se juega en el Álvarez Claro el clásico del Grupo IV, un Melilla-Balona que llega con aroma a partidazo y se espera que la afición responda al trabajo hasta ahora realizado por el equipo.
En este enfrentamiento, siempre competido y disputado, van a medirse dos de las mejores defensas del campeonato, dos equipos muy serios que actualmente se hallan en puestos virtuales de playoff. Los de Jordi Roger llegan en la tercera plaza del Grupo IV, invictos y con tan sólo un tanto encajado como los azulinos.
Jordi Roger, joven entrenador de 39 años que esta temporada comanda la nave balona, comentó en la previa que vienen sin complejos a Melilla a “sacar el mejor resultado posible”, pero sabe que los suyos tendrán que “estar a un nivel óptimo” ante un equipo que él mismo señala como uno de los cuatro mejores equipos del Grupo IV.
Su homólogo Carrión coincidió con él en la rueda de prensa previa al duelo intuyendo que será un partido “duro y disputado”. Ambos clubes intentarán “hacer su partido”, penalizar lo máximo posible los fallos de su rival y, especialmente, ser efectivos de cara al arco contrario, algo que probablemente acabará definiendo la contienda.
Para este encuentro el entrenador azulino no tendrá más baja que la de Ruano, que se perderá las tres próximas jornadas por sanción; mientras que la Balompédica Linense viaja a Melilla con las ausencias de Carrasco y David Moreno.
El partido comenzará a las 12:00 horas de la mañana y será arbitrado por Jorge Díaz Escudero, del Colegio Murciano.