- La U.D. Melilla trabaja en La Espiguera con la intención de acabar la primera vuelta con victoria y así afrontar la segunda con el mayor optimismo posible
- Mahanan se mostró ayer muy contento con los tres puntos de San Fernando, donde ganaron “con garra y experiencia”
La U.D. Melilla ha entrenado esta mañana, el primero del Janucá melillense, sobre el verde de La Espiguera. Si ayer por la tarde realizaban una sesión de activación por la tarde en el Anexo, esta mañana han realizado un circuito preventivo de tren inferior, han acometido algunos ejercicios relacionados con la táctica y la técnica y han finalizado con un partidillo en espacio reducido.
El club norteafricano quiere refrendar este domingo en casa (ante el Granada ‘B’) las buenas sensaciones del encuentro de la pasada jornada. Para ello ha de ofrecer su mejor versión ante un filial nada típico, que mezcla el gran talento de sus jóvenes estrellas con la veteranía de una serie de jugadores curtidos en la categoría. Difícil cita, sin duda, para la que hay que trabajar a destajo.
Ayer, justo después de llegar a la ciudad autónoma (después del maratoniano viaje desde San Fernando) y de la sesión llevada a cabo en el estadio, el capitán del equipo Mohamed Mahanan atendía a la página web del club, explicando lo accidentado del periplo melillense y lo importante de haber sumado estos últimos tres puntos:
“Estamos contentos con la victoria, fue un partido complicado en un campo difícil, en malas condiciones. Sinceramente hemos jugado un buen partido, hemos sabido plantarle cara al San Fernando y nos hemos traído los tres puntos para Melilla”, significaba el zaguero nada más comenzar.
Para Mahanan la victoria era “importantísima”, ya que el equipo llegaba después de una serie de derrotas “que nos hicieron mucho daño. “Había que revertir la situación sí o sí, y así fue, supimos jugar y competir en un campo en malas condiciones, pero conseguimos el objetivo, volver con los tres puntos para Melilla”.
“Este tipo de partidos se debe que ganar con una base de garra, experiencia y fuerza –añadía el defensor-, son factores que había que sacar a relucir en ese campo. Allí jugar como lo venimos haciendo en casa no se podía hacer, estaba el verde en muy malas condiciones, pero supimos jugar el otro fútbol y nos dio mucho resultado. Los jugadores supieron cambiar el chip para poder jugar ese tipo de partido”.
El central melillense relató para finalizar –además- las peripecias del viaje de vuelta, pues aunque “todos queríamos estar aquí el lunes para descansar y retomar los entrenamientos finalmente no pudo ser”. “Salió el avión de Málaga, estaba llegando a Melilla e hizo un par de movimientos que, sinceramente, nos asustaron a todos. Al instante habló el comandante, informando que dábamos media vuelta porque había una tormenta y no podíamos aterrizar en Melilla. Regresamos de nuevo al hotel, hasta este martes que hemos podido retomar el vuelo otra vez”, explicaba.