• La U.D. Melilla se jugará el pase en el partido de vuelta en Mallorca, donde el valor doble de los goles puede ser clave
  • La afición azulina volvió a acudir en masa al estadio

El Atlético Baleares sigue invicto, ha pasado la dura prueba de Melilla y dejado la eliminatoria abierta para el encuentro de vuelta. Dicha cita, en la que se jugarán un puesto en la última ronda de los playoff de ascenso, se espera -como mínimo- igual de intensa y disputada que la de hoy. Cierto es que el fútbol de los unionistas no fue el mejor esta tarde, pues participar en un encuentro con tantas interrupciones ha imposibilitado el habitual juego fluido de los melillenses. A pesar de ello, han ido de menos a más durante el choque y, especialmente en la segunda mitad, han tenido alguna ocasión para acabar este enfrentamiento de ida con ventaja. Al final, la noticia positiva ha sido el dejar la puerta a cero, algo que da alas a los melillenses.

La disposición de ambas escuadras en el terreno de juego sorprendió a pocos durante el partido. La batalla de estilos futbolísticos ha propiciado un partido vibrante y entretenido, pero ha dejado pocas ocasiones de gol. Luis Miguel Carrión volvía a sacar al once que viene actuando de inicio en estos playoff de ascenso con un solo cambio, el de Héber Pena por Moha; mientras que Mandiola tenía que inventarse un lateral derecho a pierna cambiada (Peris) por la baja de Kike López.

El partido tuvo muchas interrupciones. (Foto: Javi Bernardo).

La primera parte anduvo según lo esperado. La U.D. Melilla intentaba tomar el control de la bola para, poco a poco, desgastar la compacta defensa rival, pero le costó bastante y, por momentos, era el monolítico cuadro balear quien estaba en campo contrario. Esto no duró mucho, todo hay que decirlo, pues su premisa fundamental era permanecer juntos e intensos en labores defensivas, y en eso sí que estuvieron espectaculares. No fue hasta la segunda parte cuando los norteafricanos pudieron hilvanar más jugadas, tirar paredes y, especialmente por banda derecha, hacer daño a los mallorquines. Eso sí, en cada balón parado, los de Mandiola llevaban la intranquilidad a las gradas.

Menudo fue el primer en gozar de una oportunidad, pero su chut acababa en el lateral de la red en el minuto 51’, Después vino un chut de Ruano, otro de Otegui que se fue alto y especialmente la ocasión Igor Martínez, que había salido en los instantes finales del choque, y no pudo materializar una muy clara en la que Klaus dudó al salir, pero el vitoriano no conseguía direccionar el esférico entre palos.

Disputadas tablas, por tanto, las firmadas en una primera batalla de estilos que tendrá que decidirse en Son Malferit, campo blanquiazul. Los azulinos, por su parte, volverán mañana al trabajo con la satisfacción de haber dejado todo en el campo y de tener claro el camino al pase: ir a Mallorca a ganar.

FICHA TÉCNICA:

U.D. MELILLA:

Dani Barrio, Pepe Romero, Sofian Chakla, Richi, Jilmar, Alfonso, Otegui, Menudo, Moha Traoré (65’, Héber Pena), Ruano (83’, Igor Martínez) y Óscar García.

ATLÉTICO BALEARES:

Klaus, Peris, Rubén, Vallori, Villapalos, Rovirola, Canario (80’, Rodri), De la Espada, Nuha Marong (66’, Marco), Fullana y Hugo Díaz (73’, Álvaro).

ÁRBITRO:

José Antonio Sánchez Villalobos, del Colegio Andaluz. Amonestó de la U.D. Melilla a Moha Traoré, Óscar García y Sofian Chakla; del bando visitante a Nuha Marong y Álvar Vegao.

Tifo que mostró la Grada de Animación al inicio del choque. (Foto: Javi Bernardo).

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente al partido de ida de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a La Liga 1|2|3 ante unos 4.500 espectadores que llenaron de color las gradas y no pararon de animar.