- Con este cambio se abolía el profesionalismo de los futbolistas en la Tercera División
La temporada 1953-54 fue la última de la Unión Deportiva Melilla en su primera participación en la Segunda División Nacional del Fútbol Español. Había completado un total de cuatro temporadas en esta categoría.
En el mes de julio de 1954, el Comité Técnico de la Federación Española de Fútbol adoptaba unos importantes acuerdos en los que principalmente se abolía el profesionalismo de los futbolistas en la Tercera División, dando a ésta carácter Regional con vistas a abaratar costos, sobre todo de desplazamiento y estancia de los equipos participantes.
En una ampliación que hacía la Federación en el mes de agosto sobre los acuerdos tomados en julio explicaba la nueva modalidad de contrato que regiría la relación club-jugador. Nacía así la figura del “jugador compensado” sin contrato profesional, con licencia especial y con una remuneración máxima de 500 pesetas. No podría ser traspasado a ningún otro club de Tercera en la misma temporada. Sí se permitía el traspaso a superior categoría. De darse este caso el club contratante del jugador tenía que abonar una compensación de 100.000 pesetas a repartir por tercios, uno para el club de origen, otro para el fondo de organización de competiciones juveniles o aficionados, y un tercero para la adquisición de campos para sociedades modestas.
La temporada 1954-55 comenzaría con el equipo melillense enclavado en el Grupo XIII de la Tercera División, tutelado por la Federación Hispano Marroquí de Fútbol con sede en Ceuta y delegación en Melilla.
Los equipos participantes fueron los siguientes: Ceuta, Villa Nador, Larache, Alcazarquivir, África Ceutí, Español de Tetuán, Unión Tangerina y Pescadores de Villa Sanjurjo (actual Alhucemas), además de la citada UD Melilla. El grupo, inicialmente preparado para diez equipos, quedó finalmente reducido a nueve por la retirada previa de la UD Sevillana de Tánger.
Las dos temporadas que duró esta medida finalizaron con idéntico resultado final, primer clasificado Ceuta y segundo UD Melilla. Ambos jugaron la fase de promoción de ascenso a Segunda División sin conseguirlo ninguno de los dos, en ninguna de las ocasiones.
Como es de imaginar la figura del “jugador compensado” con la limitación de las 500 pesetas máximas de sueldo, iba a resultar de difícil cumplimiento. La UD Melilla solventó las dificultades con una plantilla conformada por aproximadamente un tercio de soldados que cumplían su servicio militar en la Plaza, otro con jugadores de la tierra (Casado, Marcelo, Listero, Félix, Troyano, Mingorance, Bel Kasen y otros), y el último tercio con futbolistas profesionales,… perdón, futbolistas compensados.
Finalmente en abril de 1956, Marruecos obtenía la independencia de Francia y España, y de nuevo el fútbol norteafricano volvería a sufrir cambios, pero esa será otra historia.