- La U.D. Melilla se ve beneficiada por los resultados tras su derrota ante el Mérida: ninguno de los diez primeros logró ganar
- Si bien todo se ha apretado aún más, los azulinos se pueden congratular de mantenerse a sólo dos puntos de la liguilla
La Unión Deportiva Melilla ha vuelto esta mañana al trabajo. Lo ha hecho en La Espiguera apenas un día después de la dolorosa derrota encajada ayer ante el Mérida, la primera en casa de la actual campaña. Aunque hay motivos para preocuparse y centrar los esfuerzos en revertir la situación, los azulinos podían haberse descolgado bastante de los puestos de cabeza, pero los resultados del resto de equipos favorecieron de nuevo equipo melillense. A pesar del bache de juego y resultados, los unionistas permanecen a tan sólo dos puntos de los puestos de promoción, ya que ninguno de los diez primeros clasificados consiguió ganar esta jornada. Lo que pudo ser una acentuada caída se quedó en apenas en otro tropiezo más.
La distancia a los puestos de liguilla se ha mantenido (relativamente), pero la que se guardaba con otra serie de rivales que andaban por debajo del club norteafricano en la clasificación se ha laminado. Del tercer puesto que ocupa el Écija Balompié al decimocuarto que ostenta el Villanovense sólo hay tres puntos de distancia (un partido). La igualdad de esta feroz competición está dejando un Grupo IV más comprimido que nunca.
Con el convencimiento de que esta liga va a ser muy larga, y que los azulinos poseen sus opciones de liguilla aún intactas, los unionistas han comenzado su trabajo semanal con el deseo de revertir la situación en Córdoba, donde el próximo lunes han de enfrentarse al filial blanquiverde.
Por este cambio en el habitual horario de juego del club norteafricano, Manolo Herrero tendrá hasta siete días para pararse e intentar reparar los errores cometidos en los partidos atrás. Luchar contra la inconsistencia en el juego del equipo y cambiar la cara lejos de Melilla, los grandes objetivos del técnico para esta semana.
El esfuerzo con sus pupilos ha comenzado esta mañana sobre el césped sintético de La Espiguera. Allí, todos los futbolistas de la plantilla menos Richi han acometido la habitual sesión regenerativa o compensatoria de cada jornada después de liga. El central malagueño se hizo un esguince en su tobillo derecho en la jornada de ayer y está a la espera de pruebas que determinen el alcance de la lesión. Aparte, y fruto de un golpe, tuvo que recibir dos puntos de sutura en el rostro.
Mañana será día de descanso en el club melillense y ya el miércoles volverán los nuestros al trabajo, también sobre el verde del campo federativo de La Espiguera.