- El nuevo míster espera dar el “salto de calidad” que coloque al equipo “entre los cuatros primeros puestos en la jornada 38”
- Dice llegar a un club “con una capacidad de crecimiento brutal” y espera “crecer junto a él” en un proyecto en el que “cree mucho”
En su primera comparecencia como técnico de la Unión Deportiva Melilla Manolo Herrero ya ha dejado entrever lo que espera de la temporada que viene y de su equipo. El iliturgitano, que acudió a su rueda de prensa de presentación acompañado por el presidente de la entidad, Luisma Rincón, ha comentado las líneas maestras de su proyecto para el curso futbolístico 20117/18. El nuevo míster quiere practicar un futbol vistoso y alegre, “que enganche a la afición” sin dilapidar el buen trabajo realizado por el conjunto de la ciudad autónoma en su vertiente defensiva. Dice estar convencido de venir a “un proyecto ganador” y emplaza a su equipo a acabar “entre los cuatros primeros en la jornada 38”.
Como bien argumentó Rincón en su breve presentación, Manolo es un técnico joven con gran experiencia en la categoría, “el ideal para la junta directiva en este segundo año de proyecto”. Un entrenador preparado, reputado y con una propuesta de juego muy del gusto de comisión deportiva. Parece ser que el feeling es mutuo, pues según ha comentado el nuevo míster “nada más llamarle el Melilla” no tuvo mucho más que pensar.
“Creo mucho en este proyecto –ha comenzado señalando justo después de agradecer a la U.D. Melilla la confianza depositada en él-. Vengo a un club con una capacidad de crecimiento brutal, algo que ya se está notando, y mi idea es crecer con el club. Ese es mi objetivo y esperemos que, finalmente, podamos conseguirlo entre todos”.
Ambicioso y optimista, se ha marcado desde el primer día el objetivo de los playoff. No rehúye a mirar hacia arriba el ex de la ‘Ponfe’, Hércules y Real Jaén: “Siempre hay que ser ambiciosos. Está claro que no es fácil llegar, este año se ha hecho una gran campaña y no se ha conseguido. El que viene intentaremos dar ese saltito de calidad para que, cuando llegue la jornada 38, podamos estar entre los cuatro primeros”, ha expresado.
Herrero confirma que ya está enfrascado en la planificación del nuevo curso junto a la dirección deportiva del club, valorando posibles renovaciones y fichajes. “Conozco muy bien la plantilla y la categoría, he visto muchísimos partidos y ya estamos valorando quien puede valernos del año pasado y quién puede hacerlo de entre los jugadores que hay en el mercado”, ha expresado.
Admite que hay que cambiar cosas en el plantel, pero promete valorarlo todo de la mejor manera posible, huyendo de unas prisas que suelen ser malas consejeras en este tipo de asuntos. Esta pretemporada será menos convulsa que la anterior, y Manolo Herrero dispondrá del tiempo necesario para armar la escuadra según sus propias directrices, algo que fue imposible el año pasado tras la repentina marcha de Carlos Granero.
Igualmente, el nuevo técnico asegura que aunque le gusta mucho lo que había, todo es susceptible de mejora: “No te puedo decir si mucho o poco, pero hay que cambiar porque queremos mejorar lo hecho en esta temporada”.
El técnico ha dicho sentirse muy satisfecho con las renovaciones de Dani Barrio y Jilmar, “dos de los mejores jugadores de la categoría en sus respectivos puestos”. Los considera “importantísimos” para este nuevo proyecto que se está fraguando. Lamentó la marcha de Jairo al Extremadura, “es un buen jugador”, pero como bien ha expresado “él decidió irse y no podemos hacer mucho más”. Está totalmente convencido de que “quien venga en su puesto lo hará igual de bien que él”.
La oferta económica de los extremeños, que han empezado a construir un equipo favorito al ascenso a base de talonario, fue imposible de igualar para la Unión Deportiva Melilla. A pesar de no poder contar con el futbolista canario, los recambios que maneja el club son, con toda certeza, del agrado del míster.
Herrero se ha mostrado especialmente ilusionado con la nueva etapa que se le abre. Quiere buscar el equilibrio entre lo que ha sido el equipo en estos últimos años (una escuadra sería, rocosa, defensivamente fuerte) y lo que es santo y seña de sus planteles: el fútbol de toque y dominio del balón.
“Vamos a intentar no perder todo lo bueno que ha tenido este equipo, en esta temporada y en años anteriores, la solidez defensiva. En la parte ofensiva, trataremos jugar con criterio. Intentaremos llegar, pero sobre todo hacer goles, que es lo que decanta los partidos. Como siempre digo, siempre cuesta más hacer jugar bien a un equipo que hacer que defienda bien, es más difícil atacar que defender y lleva un poco más de tiempo conseguir hacerlo bien. Aún así, es muy bonito cuando se logra, como se vio conmigo en el Jaén. Ahí lo conseguimos y conseguimos el ascenso”, relataba Herrero sobre una escuadra que maravillaba con su juego y, al mismo tiempo, era el conjunto menos goleado de la competición.
Confirma que su deseo, al ser este deporte “un espectáculo”, es que “la gente que venga al estadio se sienta identificada con lo que vea en el campo. Fue una de las cosas que conseguimos en la Victoria. Si la propuesta es la de intentar jugar al fútbol, te salga o no, la gente se divierte”, acabó explicando Manolo Herrero, flamante entrenador unionista.