• El técnico, que llegará mañana a Melilla para firmar su contrato, se muestra muy optimista con esta nueva etapa en el club azulino
  • “Mi idea es la mejor, la de seguir creciendo al rimo de la entidad, luchando con los de arriba por la liguilla”, comenta
  • Sus equipos buscan dominar el balón y los partidos, pero dice no querer perder el gen intenso y solidario de la zaga unionista

Manuel Herrero Galaso es un tipo tranquilo. “La procesión va por dentro”, suelta el míster al explicarte que, desde la banda, suele huir de las malas formas y los aspavientos. “Para practicar el fútbol que deseo el futbolista ha de tener confianza y tranquilidad, y es lo que pretendo transmitir desde el banco. Ya dentro del vestuario es otra historia, pero la exigencia es máxima siempre”, reconoce el nuevo técnico de la U.D. Melilla en una entrevista concedida a la página web del club.

El iliturgitano dice venir a la ciudad autónoma con la intención de “hacer algo bonito”. Proclama que su idea al apostar por Melilla es la mejor: “la de seguir creciendo al ritmo que lo está haciendo la entidad, luchando con los favoritos para acabar alcanzando los playoff de ascenso”.

Asegura que llega con mucha ilusión, algo que considera esencial para el nuevo proyecto unionista. “Ilusión por mejorar y estar ahí arriba”, ya que consideraría “un error” por su parte el no tomárselo así. Ídem de ídem para los jugadores que aglutine en su futura plantilla. “Es un club que te lo da todo para luchar con los mejores. Nuestra obligación es intentarlo, y si hacemos las cosas bien podremos vivir un buen año”, ha señalado.

Herrero tomó las riendas de su primer plantel profesional en 2009, pero antes ya se había hecho un nombre en este deporte vestido de corto, llegando a debutar con el Valladolid en Primera y acumulando hasta quince temporadas en la división de bronce. El andaluz actuaba de centrocampista ofensivo, algo que hoy en día deja intuirse en el balompié que suele proponer como técnico.

Manolo Herrero (i), en su última etapa en los banquillos, en Ponferrada.

“Al final uno trata de plasmar sobre el verde la filosofía de juego con la que se sienta más cómodo. Yo era un jugador creativo en el centro del campo, me gustaba tener la pelota y es lo que trato de inculcar a mis equipos. Trato de conseguir que mis jugadores dominen el esférico y los encuentros, sin olvidar que en el fútbol hay dos facetas: la ofensiva, cuando tienes la pelota; y la defensiva, cuando no.

El de Andújar tiene claro que su escuadra ha de ser “intensa y solidaria” en defensa porque “los equipos que acaban arriba son los que no encajan goles”. Considera clave tener ese equilibrio entre las dos facetas, “ser fiables en ambas, algo que no es nada fácil”, apunta.

“Para lograr aunar las dos cosas tienes que ser una escuadra muy superior al resto. Eso sólo lo consiguen los grandes equipos como el Barça, el Madrid o el Atleti. También es cierto que el año que subo con el Jaén a Segunda nuestro club es el menos goleado del grupo, tratábamos de jugar con la pelota pero también éramos capaces de defender bien”, ha relatado Herrero sobre su etapa en el Real Jaén.

“Si acabamos nuestras jugadas, por ejemplo, el contrario tendrá menos opciones de montar contraataques, de pillarnos desprevenidos. Aún así todo está relacionado en este deporte, si atacas bien yo estoy convencido de que puedes defender bien”, reflexionaba el andaluz.

Pinceladas

Al nuevo míster le ha gustado mucho la capacidad de la U.D. Melilla este año en su fase defensiva, dice haber visto a un conjunto “muy trabajado y solidario”. Admite que quizá optaría por “defender con el bloque más alto, más cerca de la portería”, ya que no es de su gusto conceder tanto espacio en la salida del adversario.

“Con el balón no lo hicieron mal –añadía-, pero sí que tenían alguna dificultad más. Igualmente y como siempre digo, defender es mucho más fácil que atacar. Esto es algo de lo que cambiaría con respecto al año pasado, a ver si somos capaces”, ha expuesto.

El entrenador está bastante convencido de que Melilla es el destino idóneo para él, y guarda grandes esperanzas con respecto al próximo curso futbolístico: “Tengo mucha confianza en que Melilla es el sitio idóneo. Hay un grupo interesante de jugadores de la temporada pasada y, si tenemos suerte y acertamos con lo que venga, creo que podemos hacer un equipo muy competitivo. En el día a día tendremos que hacer las cosas muy bien porque no es fácil pelear con los de arriba durante todo el curso. Prueba de ello es que la U.D. Melilla ha hecho este año una excepcional temporada y, al final, se ha quedado con la miel en los labios. Lo intentaremos de nuevo, espero que con más éxito”, ha dicho en su primera entrevista como unionista.

El técnico buscará dominar con su U.D. Melilla el balón y los encuentros, según promete.

“Considero que llego a un sitio perfecto, porque en los clubes de los que procedo había tenido un nivel de exigencia desorbitado, donde era muy difícil trabajar. Allí había que ser primero sí o sí desde prácticamente la primera jornada. La Unión Deportiva Melilla, sin embargo, tiene la perspectiva de seguir creciendo, de estar con los mejores, pero con un poco más de tranquilidad para conseguir el objetivo, no con tanta urgencia”, cree el míster.

Y es que su primera destitución como profesional (dimitió del Jaén tras descender de Segunda en la última jornada) la sufrió en el Hércules de Alicante. Ocurrió tras quince jornadas sin perder y justo después de conceder los tres puntos en un derbi contra el Alcoyano, partido tras el cual caían hasta la cuarta posición. “La segunda, en Ponferrada, más o menos lo mismo. Tras irme yo entraron otros dos entrenadores, Munitis y Tomé, y el que sacó mejor porcentaje de puntos ha sacado he sido yo”, refería Herrero.

Aunque lleva sin equipo desde noviembre, Manolo es un apasionado del fútbol y no ha quitado el ojo de su Grupo IV, una competición donde acumula hasta 16 temporadas de experiencia, la mayor parte de ellas como futbolista y otras cuantas como técnico.

“He seguido el Grupo IV, cómo no, y se ha visto como siempre que es una competición muy exigente, es el concepto que se suele tener de fuera. Hay que esperar un poco para ver los equipos que puedan subir y bajar, pero va a ser bastante complicado. Hoy en día estar en Segunda te da una fuente de ingresos muy apetecible y todo el mundo quiere acabar jugándola. Eso hace que los equipos de 2ªB hagan, cada vez más, esfuerzos económicos grandes para poder subir”, ha explicado.

El preparador ha tenido la posibilidad de entrenar a dos azulinos, a Pedro Bolaños por una temporada (la de su ascenso a Segunda con el Real Jaén) y a Álex Cruz, que vivió dos años junto al técnico en el mismo conjunto lagarto. “Pedro me habló muy bien de Melilla y me explicó bastante bien todo. Cómo es el club y el cuerpo técnico, la plantilla que había… ha sido una de las razones que me han hecho quedarme con este equipo. También la opinión de Diego Cascón, con el que estuve tres años en Jaén y me ha hablado maravillas, tanto del club como de la ciudad”, ha finalizado relatando Manolo Herrero.

El iliturgitano llegará mañana por la tarde a Melilla y se prevé que pueda ser presentado este mismo martes en una rueda de prensa en las oficinas del club.