El empate de este domingo ante el Real Jaén dejó varios aspectos positivos en la U.D. Melilla. Uno de ellos fue la ovación que se llevó Jesús Romero, entre otros, demostrándole el público que aprecia su gran trabajo en la portería y su importancia en el choque, evitando el 0-2 con una estirada felina en un lanzamiento de penalti. Hasta el momento, el guardameta azulino ha parado las dos penas máximas que le han tirado esta campaña, pero asegura que prefiere no tener que detenerlos.

“Suelo estudiar a los rivales, pero hasta ahora no he tenido la oportunidad de ver vídeos. Quería hablar con el míster para que me pasara algunos vídeos, si los tiene, de los próximos rivales y demás para estudiarlos, pero no me considero un especialista en cuanto al tema de los penaltis. Considero que es un juego de mente entre el portero y el delantero y hay siempre tres posibilidades, lanzamiento al medio, a la derecha o a la izquierda. Es un 50 a 50, aunque el delantero siempre tiene más posibilidades de ganar ahí. De momento dos de dos, esperemos que no tenga que volver a parar alguno más, sería buena señal”, señala el arquero unionista.

El portero sevillano deseaba una victoria de su equipo, pero confía en que poco a poco se irá saliendo de la situación actual: “Ha sido un partido en el que sabíamos al equipo al que nos enfrentábamos, un Real Jaén que es un equipo de los que va a estar en la zona alta y no nos han puesto las cosas fáciles. A lo mejor he tenido una buena actuación, pero si hubiera servido para sacar los tres puntos en casa te hubieras ido más contento. Pero bueno, conseguimos un punto, seguimos sumando que es lo importante. Tenemos que abandonar la racha esta que hemos tenido de derrotas y empates y poquito a poco creo que vamos a ir tirando para arriba si seguimos trabajando como hemos hecho hoy”.

Uno de los gestos del partido fue el abrazo entre Jesús y Álvaro al descanso, dándole el portero suplente ante el Jaén la enhorabuena a su compañero. Ambos luchan por un puesto, pero con amistad: “Álvaro es un tío de diez, que está trabajando, que se está mereciendo también el tener la oportunidad de disputar partidos, pero el míster es quien decide ahí. Nosotros trabajamos hombro con hombro siempre en el día a día con Moha y con Carlos, que es el tercer portero. Nos echamos una mano el uno al otro, siempre hay que tener ese compañerismo y esa amistad dentro de la competitividad”.

A Jesús Romero le llovieron algunas críticas tras su fallo en Cartagena, pero el portero de la U.D. Melilla ha logrado a base de trabajo transformar el runrún en ovación. “Me dediqué a ser portero porque me gusta que la gente me critique, que me aplaudan, el portero tiene que saber aceptar las críticas, saber aceptar que cuando fallas eres el último hombre y tienes el 90 por ciento de posibilidades de provocar un gol, pero en ese aspecto un día serás muy malo y otro día muy bueno. Lo importante es el trabajo diario, que tanto yo, como Moha, como Álvaro y Carlos estamos muy contentos de lo que hacemos día a día y sabemos que esto poquito a poco será sacado hacia delante, que lo importante es que el trabajo continué”, concluye el arquero unionista.