• El técnico asturiano llega el jueves a Melilla, como el resto de la plantilla
  • Aprueba los fichajes de este año y dice “no renunciar a nada” en la categoría de bronce

Jesús Uribesalgo Gutiérrez (Gijón, 25-4-1969) ya está con los cinco sentidos puestos en la U.D. Melilla. Así lo expresó en una entrevista concedida al club azulino, en la que comentó sus aspiraciones y anhelos para el siguiente curso futbolístico. El preparador asturiano llegará a la ciudad autónoma este mismo jueves, como el resto de la plantilla. A renglón seguido, se comenzará la pretemporada unionista.

El nuevo técnico de la U.D. Melilla, para los que aún no lo conozcan, es un profesional metódico y experimentado, que dio sus primeros pasos en su Asturias natal, donde entrenó a varios equipos regionales hasta aterrizar en el Ribadesella, club al que ascendió a Segunda B. “Desde los catorce, quince años, vivo pegado a los campos de futbol. Creo recordar que con 30 ya estaba entrenando en Tercera División… son unos cuantos años en esto”, declaró Josu Uribe.

La campaña realizada en la localidad que ve desembocar al Sella le granjeó un puesto como primer entrenador de la U. D. Las Palmas en la división de plata. Tras conseguir una meritoria quinta plaza, marchó rumbo a Getafe, donde hizo historia con la escuadra madrileña. Con apenas 35 años, Uribe logró el primer ascenso azulón a Primera División en el curso 2003/04, algo que a día de hoy aún recuerdan y agradecen los aficionados getafenses.

“El ascenso con el Getafe, como es lógico, lo recuerdo con gran cariño. Sobre todo por las circunstancias. Subir con un equipo como aquel, que no aparecía en ninguna de las quinielas por el ascenso, tuvo un valor doble. Aquella era una escuadra trabajada, al estilo de las que a mi me gustan dirigir. Con jugadores con mucha hambre, y eso es lo que voy a intentar transmitir durante mi estancia en Melilla”, explicó el primer entrenador azulino.

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Josu Uribe, nuevo técnico unionista

Dicen los que mejor lo conocen que es un técnico ambicioso, exigente y trabajador que busca siempre sacar el extra de los jugadores de los que dispone. Esas características le han llevado a entrenar a equipos de la talla del Hércules C.F., el Elche C.F., el Girona F. C. o la S. D. Éibar.

“Mi principal cualidad es el trabajo. Es el fundamento principal de mi fútbol. El entrenador cobra por sacar el mayor rendimiento posible de los jugadores de los que dispone, y para ello tengo mis normas y preferencias”, explicó el míster gijonés.

“Dos puntos clave de mi labor como entrenador, y más aún en 2ªB, son el orden y el compromiso. A final de cuentas, esta categoría exige una gran preparación física, unos parámetros básicos comunes a los que hay que llegar y que, al final, son los que acaban dándote los puntos determinantes”, añadió.

Comentó, además, que otro de sus grandes intereses es “fomentar el trabajo en equipo desde el primer día”, como bien realizó con el descohesionado vestuario del C.D. Mensajero de La Palma, club al que salvó de descender la temporada pasada. “El grupo ha de primar sobre cualquier cosa –explicó-, es muy importante que sepamos sufrir todos juntos. Del primero al último”.

Esta capacidad de sufrimiento la observó Uribe en la Unión Deportiva Melilla de la segunda vuelta, y sobre la que el entrenador asturiano quiere forjar los cimientos de su proyecto. “Pese a no haber estado en el proyecto desde el principio, la plantilla se ha confeccionado al gusto de Granero, que es un hombre de fútbol como yo, y cuyo rendimiento ya se probó la temporada pasada. Creo que el Mensajero y el Melilla fuimos los dos mejores conjuntos de la segunda vuelta. El trabajo a seguir es ese mismo, y tanto Alex (Cruz) como Sergio (Sánchez) son buenos fichajes para el equipo. De hecho, aún tenemos cierto margen de maniobra con la plaza sénior que queda restante”.

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Es, precisamente, el proyecto de renovación y crecimiento de la entidad azulina, el que ha hecho a Uribe decidirse por la oferta del club de la ciudad autónoma. “Primeramente, había pensado no entrenar este año. Tenía una serie de problemas personales por los que me requerían en casa, pero finalmente los pude solucionar. Para entonces, los principales equipos ya tenían definidos sus cuerpos técnicos. Sin embargo pasó lo de Carlos, surgió la oportunidad y, como soy una persona de sensaciones, lo que me ofrecieron me atrajo y aquí estoy”. Uribe considera a esta nueva Unión Deportiva como una entidad “con ganas de crecer como club y de hacerlo bien, de conseguir que la gente de Melilla se pueda sentir orgullosa de su equipo”.

Josu Uribe reconoce que esta temporada será muy complicada, que hay muchos equipos de nivel parejo en la liga, pero que el único objetivo que se marca ahora mismo es “ganar el primer partido”. Asegura que si “se hacen las cosas como hay que hacerlas”, el club azulino tiene que pelear por los tres puntos en cualquier cancha del Grupo Cuarto.

“Lo que ha de intentar la Unión Deportiva es ser competitivo. Con la intensidad y el trabajo físico necesarios, se podrán conseguir cuanto antes los 45 puntos que te certifican la salvación. A partir de ahí, no renunciaremos a nada. Pero hay que ser conscientes de que estar arriba es hacer muy bien las cosas”.

“Este año no están ni Sevilla, ni Cádiz ni UCAM, pero hay otros equipos que se han reforzado bien, como el Murcia, el Cartagena o el Mérida. Nunca sabes lo que vas a poder encontrarte en esta categoría. Lo que si es cierto es que, exceptuando el grupo vasco, el resto tiene bastantes similitudes, e intentaré hacer valer mi experiencia”, comentó Josu Uribe, que hace apenas dos temporadas consiguió meter al Real Avilés en puestos de playoffs por el ascenso.

Durante la última temporada recibió el encargo de salvar al C. D. Mensajero de La Palma, del Grupo II de la Segunda División B, cuando estaba abocado al descenso. Llegó a mitad del curso para levantar a un equipo hundido, con apenas 14 puntos conseguidos en los primeros 20 partidos y situado en el farolillo rojo de la competición. Tras la llegada de Uribe, y en menos de una vuelta, se lograron otros 29 créditos que certificaron la permanencia de su ex equipo en la división de bronce.

“La experiencia del Mensajero ha sido muy gratificante. Con todas las dificultades que teníamos, los jugadores dieron un paso adelante diciendo ‘queremos seguir en la categoría’. Encima, este año pasado les tocaba jugar el grupo II de la Segunda B, mucho más rocoso y exigente en lo físico que las otras tres divisiones. Ha sido un medio año muy bonito para mi”.

Sobre el asunto de las categorías inferiores, Uribe considera que “le interesa tanto el fútbol base que tiene una escuela deportiva”. Cree básico que las jóvenes promesas tengan un lugar donde desarrollarse, pero con la misma disciplina y compromiso que se le exige a los jugadores profesionales. “Uno de los problemas de la nueva generación de jugadores jóvenes es que les prometen todo desde bien pequeñoS, les engañan. Le dicen: tú vas a jugar. No, tú juegas si te lo ganas, es el jugador el que ha de llamar a la puerta del míster con su juego y entrega”, concluyó Uribe, que dejó dicha puerta disponible a los jóvenes talentos melillenses.