Azul cobalto y blanco, colores optimistas y que simbolizan el triunfo, pues corresponden a los que lució el conquistador de Melilla, Duque de Medina Sidonia, son los que caracterizan a la U.D. Melilla, forjadora de éxitos deportivos y vencedora asímismo de cuantas dificultades se le han presentado en el transcurrir de su historial que queremos reflejar a vuela pluma.
Allá por el año 1942 y en el campo de deportes de la Sociedad Hípica, se practicaba un fútbol monótono con las mismas rivalidades y conflictos y la misma penuria de medios y de afición. Hípica, Deportivo Español, Juventud Deportiva y Melilla F. C. eran los contendientes que nada en concreto ofrecían.
Juventud Español y Melilla F. C. despertaban mayor interés dentro de lo anodino y, por ello, entre los partidarios de ambos clubes, se pensó en una fusión.
Nace la U. D. Melilla
Venciendo numerosas dificultades, lograron nombrar dos comisiones integradas, en representación del Melilla por Antonio Mateo Cánovas, José Ferrín Castillo, Miguel Téllez Moya y Andrés Bellido y por el Juventud Español por Juan Guerrero Plaza, Antonio Rivas, Joaquín Moñino Tusso y Joaquín Navarro.
Y después de deponer prejuicios, apasionamientos y antagonismos se acordó la fusión creándose el nuevo club bajo la denominación de Unión Deportiva Melilla, cuya primera directiva la componían los señores Cabanillas, Rivas, Guerrero, Moñino, Avellán, Imbroda, Mateo, Ferrín, Segado, Téllez, Lorenzo y Ramírez.
Ya en marcha la U. D. Melila (6 de febrero de 1943), toma parte en la Copa de Marruecos, cuyo trofeo obtuvo sin perder un solo encuentro. Seguidamente y durante la temporada 43/44, se proclamó Campeón de Marruecos ganando el derecho de jugar la promoción para el ascenso a Tercera División. Esta promoción fue disputada a doble partido contra el Electromecánica de Córdoba, campeón de Andalucía, al que eliminó brillantemente, enfrentándose posteriormente con el Hércules de Cádiz, colista, de Tercera División, ganándole ambos partidos, en Melilla por 3-1 y en Cádiz por 2-1 en un encuentro muy accidentado, logrando la U. D. Melilla con todos los honores ser el primer conjunto de la ciudad en participar en categoría nacional siendo su entrenador el exbético Gómez.
En la campaña 44/45 y ya en Tercera División, actuó con un cuadro de jugadores locales, haciendo un gran papel, sumando 18 puntos, terminando en quinto lugar ante equipos de campanillas como el Córdoba, Jaén, Ceuta …
En la temporada 45/46 y con la ayuda económica de destacados directivos y aficionados la Unión Deportiva, inició su vida en el campo profesional, adquiriendo varios jugadores para su equipo que, unidos a los locales, de magnífica clase, llegaron a formar un “once