• Los azulinos se colocan a tan sólo dos puntos de los puestos de liguilla, dependiendo de sí mismos para conseguir la clasificación
  • Ya son 15 las jornadas consecutivas sin perder y otras 15 las que han dejado la portería de Dani Barrio (Zamora del Grupo IV) a cero
  • Es el equipo menos goleado de la historia del club junto con el Melilla de la temporada 1989/90, que también llevaba 18 tantos encajados en 30 jornadas

La Unión Deportiva Melilla de ‘La Corazonada’ sigue batiendo récords sobre el verde, y ahora quiere que lo puesto sobre el tapiz hasta la fecha se traslade a las gradas de aquí al final del campeonato. El buen trabajo de todos ha conseguido que, a falta de ocho finales, el conjunto azulino pueda depender de sí mismo para acabar la temporada entre los cuatro primeros. Es por esta razón y ahora, más que nunca, que afición y equipo han de caminar inseparablemente hasta el final del camino. Que no se diga que estuvo en nuestras manos y lo dejamos escapar.

Después de quince jornadas consecutivas sin conocer la derrota, los de Juan Moya se sitúan en la quinta posición de la tabla con 48 puntos, a dos de los puestos de privilegio y a otros tantos de la tercera plaza . Desde la 2010/11, con García Tébar en el banco, no se conseguía un puntaje tan elevado a estas alturas. La escuadra que más tiempo lleva sin perder del fútbol profesional español (no lo hace desde el 20 de noviembre) sigue siendo también la segunda menos goleada, sólo por detrás del Racing de Santander (ellos han recibido 15 goles por los 18 del Melilla).

Estos registros, junto a los que presentó el club en la temporada 1989/90, son los mejores de la historia de la U.D. Melilla en 2ªB; al menos transcurridas 30 fechas del campeonato, como es el caso. Estos números certifican el encomiable trabajo llevado a cabo por el equipo en estos últimos meses, habiendo sido capaces, además, de dejar la puerta a cero en quince de esos treinta encuentros. Cifras a la altura de muy pocos planteles.

El equipo habrá de dar un paso adelante en un difícil campo como lo es el Francisco de la Hera.

El equipo lleva consigo la impronta luchadora y la capacidad defensiva inculcada por Uribe y, con la llegada de Juan Moya, parece que los futbolistas han dado un paso adelante y reclaman algo más de balón y de presencia en campo contrario. Así lo demostraron los unionistas en una gran primera parte ante el Atlético Sanluqueño, donde monopolizaron juego y ocasiones exhibiendo a la grada la tremenda ilusión que se respira dentro de la caseta azulina.

La hinchada melillista sabe seguro reconocer el enorme esfuerzo que hay detrás de todo esto: jugadores, técnicos, directivos y demás personal del club. La totalidad de ellos, unidos en una gran familia, están rindiendo por encima de las expectativas dispuestas a principios de campaña, pero esto no significa que vayan a conformarse con lo ya obtenido. Todo esto que parece tan fácil cuesta mucho, pero sale natural cuando te apasiona lo que haces. La buena marcha del equipo nace de una capacidad de trabajo colectiva sobresaliente, de un talento innegable y de una ilusión incontenible. 21 jugadores para 11 puestos, y una competición voraz que hace mejorarlos a todos.

Comienza el trabajo con la vista en Almendralejo

Ya quedan sólo ocho fechas para llegar al final de la temporada regular, la U.D. Melilla depende de sí misma para hacer historia y esta mañana ya ha comenzado a preparar el que será su próximo duelo liguero, el que les enfrentará este domingo al Extremadura. Los melillenses habrán de ofrecer su mejor versión para vencer en un terrible estadio, ante 10.000 gargantas, a una escuadra que lleva ocho partidos sin perder. Ni Mérida ni Lorca –sus dos últimos rivales- fueron capaces de pasar del empate ante los azulgrana.

El entrenamiento de hoy, como cada lunes, fue regenerativo o compensatorio para los futbolistas del conjunto melillense. Los que no salieron de inicio o ni tan siquiera participaron en el encuentro de ayer se quedaron trabajando con Moya en el Anexo, mientras que sus compañeros, después de realizar los ejercicios comunes, se bajaron al gimnasio del club.

El miércoles volverá la plantilla a los entrenos en La Espiguera, donde comenzarán a preparar con más minuciosidad los aspectos a estudiar de los de Juan Sabas, sus virtudes y defectos. La ilusión de la plantilla está por las nubes, pero hay que focalizarla en pasión, sacrificio y profesionalidad. Es el momento de devolverle al melillismo alguna de las alegrías que se le adeudan, pero eso sí, no a domicilio.

La equipación blanca del guardameta azulino sigue dándole suerte. No conoce la derrota con ella.